El FBI investiga el siniestro del avión de la TWA
Clinton dice que aún no hay pruebas sobre si fue un atentado la explosión que causo 228 muertos
ANTONIO CAÑO El FBI, al frente de un equipo de expertos en terrorismo, dirige las investigaciones sobre la explosión de un avión de la compañía norteamericana TWA en la que murieron el miércoles por la noche (madrugada de ayer en España) 228 personas cerca de Nueva York. El presidente Bill Clinton advirtió que todavía es prematuro adelantar cualquier hipótesis, y dijo que, por el momento, no existen pruebas suficientes para especular sobre la posibilidad de un atentado. Las primeras pistas surgidas tras la explosión han llevado a los expertos, sin embargo, a considerar el sabotaje como una alta probabilidad.
El hecho, muy poco frecuente en la historia de la aviación comercial, de que el avión estallase cuando estaba cerca de su altura de crucero, así como la coincidencia de que sucediese en vísperas de la inauguración de los Juegos Olímpicos, y pocas semanas después de un gran atentado contra las tropas norteamericanas en Arabia Saudí, ha dado argumentos a quienes apuestan por la posibilidad de un acto terrorista.La cadena de televisión ABC informó anoche que un diario árabe recibió el miércoles una amenaza de un ataque contra un objetivo norteamericano por parte del mismo grupo integrista que se responsabilizó del atentado del pasado mes en la base de Dahrán en el que murieron 19 soldados. Anteriormente, la ministra de Justicia, Janet Reno, que es responsable del FBI, admitió que los investigadores están considerado la hipótesis de una acción provocada.
El portavoz oficial del FBI dijo que su agencia ha creado, en colaboración con varios servicios de seguridad y de espionaje, un grupo de expertos en terrorismo. Pero añadió que les demasiado pronto para hablar de una bomba". Uno de los investigadores citados por la agencia Associated Press aseguró que "el FBI se va inclinando hacia la idea de un atentado, aunque se están analizando todas las demás posibilidades".Sin fallos mecánicos
Representantes de la compañía TWA informaron que la tripulación del avión, un Boeing 747 que cubría el vuelo 800 entre Nueva York y París, no había dado cuenta de fallos mecánicos de ningún tipo cuando el mismo aparato Regó al aeropuerto Kennedy ese mismo día procedente de Atenas. El aeropuerto de la capital griega ha estado hasta hace pocos meses en la lista negra del Departamento de Estado como uno de los más inseguros. Desde su aterrizaje procedente de Atenas, el avión permaneció sólo tres horas sobre la pista de Nueva York, tiempo durante el que, según los responsables del aeropuerto, fue revisado, tanto mecánicamente como desde el punto de vista de la seguridad.
El ingeniero de vuelo que viajó con el aparato desde Atenas a Nueva York declaró que el aparato estaba en perfectas condiciones, que el 747 es una de las naves más" seguras y que no podía pensar en ninguna razón mecánica.
Aunque el avión hubiera cumplido en noviembre 25 años de servicio, esa es la edad que tienen muchos de los Boeing 747 que vuelan actualmente. De hecho, los aparatos más jóvenes de ese modelo tienen diez años. La tasa de accidentes de Boeing 747 por millones de horas de vuelo es sensiblemente inferior a la del resto de las naves que se utilizan en la aviación comercial.
Antes de cumplirse las 24 horas del siniestro, que ocurrió alrededor de las 20.45 del miércoles (hora de Nueva York), 45 minutos después del despegue, los servicios de rescate habían recuperado más de un centenar de cadáveres. No fueron hallados supervivientes ni se contaba con que pudieran encontrarse en las horas siguientes. Las labores de rescate fueron muy difíciles durante la noche porque los restos del fuselaje del. aparato quedaron ardiendo sobre las aguas del Atlántico, frente a las costas de Long Island, o se hundieron a una profundidad de más de treinta metros. Los servicios de: guardacostas informaron que ninguno de los cuerpos recuperados llevaba el chaleco salvavidas, lo que indica que la explosión sorprendió a los pasajeros sin tiempo de tomar ningún tipo de medidas de supervivencia. Algunos testigos, vecinos de varias localidades turísticas a unos 150 kilómetros de Nueva York, relataron que, después de escucharse la explosión, vieron precipitarse una tremenda bola de fuego sobre el océano.La Armada ha enviado equipos de submarinistas en busca de los restos del avión. Incluso esta operación está dirigida por el FBI, que no quiere que ninguna posible pista se pierda por culpa de los trabajos de los guardacostas.
Clinton recordó que la psicosis terrorista, acrecentada tras el ataque en Arabia Saudí, puede llevar a errores como los que se produjeron después del atentado en Oklahoma, cuando fueron mencionados equivocadamente como responsables grupos árabes.
El portavoz del Departamento de Estado, Nicholas Burns, declaró que todas las amenazas recibidas en los últimos meses están relacionadas con actividades dentro de Arabia Saudí, y que ni TWA ni el aeropuerto Kennedy ni la ruta entre Nueva York y París habían sido objeto recientemente de amenazas de atentados.
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