Aznar subirá la financiación municipal más del doble que el presupuesto estatal

José María Aznar escuchó ayer las reivindicaciones de los Ayuntamientos más importantes de España. Una representación de las corporaciones locales, formada por las 40 capitales de provincia gobernadas por el PP, se reunió ayer en la sede central del partido con los miembros del Gobierno que dirimen el futuro de sus intereses. Hablaron de dinero y pidieron más competencias. Aznar les prometió una subida de la financiación estatal para sus gastos del 5,7%. Más del doble de la subida prevista para los presupuestos del Estado.

Aznar aprovechó la cita de ayer para señalar a los regidores locales el camino de la restricción del gasto público que quiere imponer a todas las Administraciones. Les indicó que los presupuestos generales del Estado aumentarán en 1997 sólo el 2,6%, por debajo de la inflación.El presidente del Gobierno intentó ayer involucrar a los alcaldes en sus objetivos genéricos de modernizar la Administración ("simplificándola y acercándola a los ciudadanos") y de esforzarse por ser más austeros en el control del gasto público. Un propósito en el que ya intentó embarcar la semana pasada a los diez presidentes autonómicos del PP y en el que pretenderá involucrar, en septiembre, a los presidentes de las Diputaciones Provinciales. Según Angel Acebes, el coordinador general del PP, Aznar quiere que Ayuntamientos, Diputaciones y autonomías "arrimen el hombro" para incorporar a España "a la primera división de la Unión Europea".

Mercedes de la Merced, cuarta teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid y responsable de política municipal del PP, fue la encargada ayer de resumir las inquietudes en estos momentos de los alcaldes. Los regidores del PP están preocupados sobre todo por cómo aumentan de manera notable las competencias y los ingresos de las comunidades autónomas en detrimento suyo.

El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, formuló en este sentido una comparación de las tres Administraciones con distintos miembros del cuerpo humano y mientras al Estado le otorgó la cabeza y a las autonomías la parte central del cuerpo, comparó las entidades locales con las extremidades. Quiere algo más.

Los alcaldes salieron de la convocatoria de ayer, al parecer, bastante más satisfechos y menos preocupados que como entraron. Consiguieron un compromiso de más participación en los ingresos del Estado, también unas fechas de pago mas precisas y un pacto por parte del secretario de Estado de Hacienda, Juan Costa, de que cualquier modificación que se aplique a los impuestos locales se consensuará con la Federación Española de Municipios y Provincias, que preside Rita Barberá, la alcaldesa de Valencia (PP).

El Gobierno ha negociado con los alcaldes que el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), el principal tributo municipal, entre en vigor gradualmente en los ayuntamientos que hayan afrontado ya las revisiones catastrales para que en los recibos no se note de manera brutal la subida. También será modificado el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) para evitar "las actuales desigualdades y agravios comparativos". Costa aseguró que, en cualquier caso, los municipios no percibirán menos dinero de ese impuesto.

Juan Costa prometió que desde ahora recibirán sus cuotas por la participación en los ingresos del Estado cada mes -ahora las ingresan trimestralmente- y la liquidación final de los presupuestos en el primer trimestre siguiente al año liquidado. Los Ayuntamientos acaban de ingresar la semana pasada la liquidación estatal de 1995. También se variará la regulación con respecto a los créditos solicitados por los ayuntamientos para endeudarse. En el futuro no se permitirá que superen en operaciones de tesorería el 25% de sus ingresos. Ahora ese límite está en el 35%.