Economía prepara la proyección de ingresos para 1997 y no descarta subir la fiscalidad de gasolinas

El Gobierno está avanzando, aunque con ciertas dificultades, en la fabricación de los Presupuestos Generales del Estado para 1997. En estos momentos, Hacienda prepara una proyección exacta y detallada de los ingresos públicos en 1997, un ejercicio que el Ejecutivo considera novísimo -las administraciones anteriores calculaban primero el gasto- y que debe determinar la extensión y profundidad del ajuste del gasto. Las fuentes de Economía consultadas no descartan que sea necesario aumentar la fiscalidad de la gasolina -cinco pesetas como máximo- para cumplir con el objetivo de déficit, porque las posibilidades de recorte de los gastos públicos, sin afectar los gastos sociales, son limitadas.

El equipo de Rodrigo Rato, la Secretaría de Estado de Hacienda en particular, está preparando una proyección extensa y detallada de los ingresos públicos que es posible considerar en el ejercicio de 1997. Esta proyección de ingresos pretende establecer con exactitud cuanto dinero puede recaudar el Estado el año que viene, teniendo en cuenta el compromiso de mantener la presión fiscal y los aumentos de ingresos derivados de una probable recuperación de la economía y, por lo tanto, de una mayor actividad.Esta proyección, cuyo efecto principal debe ser conferir total fiabilidad al presupuesto de ingresos del año que viene, dará paso posteriormente a una determinación de la extensión y profundidad del recorte de gastos que estará obligado a realizar el Gobierno para cumplir con el objetivo de déficit (3% del PIB). Las proyecciones de ingresos potenciales se están elaborando con una previsión de crecimiento económico del 3%. Esta es, exactamente, la fase en que se encuentra la elaboración del Presupuesto para el ejercicio próximo.

Gasolinas

La determinación exacta de los ingresos es, un procedimiento que, según el Gobierno actual, los equipos anteriores de Hacienda no tenían en cuenta. "Fijaban los ingresos por aproximación, y siempre en función del déficit que se quería conseguir y de los gastos que se habían pactado. Nosotros queremos saber con exactitud que volumen de gasto podemos sufragar".Este procedimiento no excluye, a pesar de las declaraciones recientes del vicepresidente económico, que el Gobierno tenga que recurrir a una subida de los impuestos especiales que gravan los combustibles y las bebidas alcohólicas. Es probable que en el ajuste final entre los ingresos y gastos no pueda hacerse en el 3% de déficit, porque las posibilidades de recorte del gasto sin reformas previas son muy limitadas. De hecho, según los cálculos de Hacienda, si se excluyen los gastos sociales (pensiones, desempleo) y el coste financiero de la deuda, el Gobierno puede actuar en apenas el 20% de la cifra total de los Presupuestos.

Según fuentes de Economía, el aumento de la tributación de gasolinas y alcohol es el último recurso", por su nefasta influencia para la inflación. La subida fiscal sería, como máximo, de cinco pesetas, cifra que, a su vez, elevaría el IVA incluido en el precio final.

La proyección de los ingresos dará paso a una determinación política de los gastos públicos y al ajuste final. La proyección de ingresos estará terminada muy probablemente a mediados de este mes para que los debates sobre el gasto no impidan el cumplimiento del calendario presupuestario.

El ajuste del presupuesto a un déficit del 3%, del PIB exige compensar el año que viene en torno a un billón de pesetas, combinando el aumento de los ingresos públicos y una reducción de los gastos. La proporción en que deban introducirse ambos factores dependerá de la proyección de ingresos mencionada.

Los criterios básicos para elaborar el Presupuesto, clave para la Convergencia, son conocidos. El Gobierno pretende que los gastos públicos tengan crecimiento real cero; es decir, tendrán como límite el aumento de la inflación. El límite para los ingresos será el mantenimiento de la presión fiscal.