Luchas de dinero y de poder: BBVA, Sabadell y la penúltima gran fusión bancaria en España
Desde 2009 el mapa financiero ha pasado de estar formado por 55 bancos a 10 entidades dominantes
La historia de los bancos españoles se puede explicar como el juego de la serpiente que va comiendo hasta hacerse cada vez más grande. En el penúltimo capítulo de esa historia, BBVA ha propuesto a Sabadell unir ambas entidades para formar un banco que compita por el liderazgo del mercado español y pueda codearse con los grandes europeos. Pero se trata de una operación que todavía tiene muchas incógnitas que resolver para llegar a completarse, entre ellas una guerra por el valor que se le concede a cada banco y una batalla por el reparto de poder entre los directivos de ambas entidades.
Una fusión bancaria siempre desata el interés del mundo económico. Al atractivo de conocer las cifras para los más aficionados a los números, se le une el interés político por las implicaciones en materia de poder empresarial y concentración del negocio. También el de los clientes por conocer qué va a pasar con su hipoteca y su cuenta de ahorros. El de los accionistas para saber si van a recibir dividendos más altos. De los directivos por cómo se reparten los cargos de mayor rango y el de los propios empleados, porque habitualmente estos procesos acaban con recortes de plantilla.
En el caso de BBVA y Sabadell se trata de una operación delicada. Este tipo de fusiones resultan muy complejas, y habitualmente se discuten entre las cúpulas de ambos bancos durante meses antes de comunicarlas. Fuentes financieras reconocen que los acontecimientos se han acelerado. “El comunicado al mercado se precipitó por las filtraciones que estaba habiendo y las especulaciones sobre el precio, pero las personas que tenían que conocer la propuesta la conocían”, señalan fuentes conocedoras. Pero Sabadell todavía no ha decidido si quiere empezar a negociar.
BBVA ha propuesto unir ambos bancos. A cambio, los accionistas de la entidad catalana recibirían una acción de BBVA por cada 4,83 acciones que tuvieran en Sabadell. Eso supone que ganarán un 9% respecto al cierre en Bolsa de este viernes, ya que las acciones de BBVA cotizan a un precio de 9,85 euros y las de Sabadell a 1,88 euros. BBVA también ofrece que se incorporen tres consejeros de la entidad catalana al consejo de administración del nuevo banco, uno de ellos como vicepresidente (BBVA contaría con 15 miembros). Igualmente, propone mantener la sede en San Cugat (Barcelona) y la marca Sabadell en Cataluña
Si Sabadell acepta negociar la fusión, las cuestiones principales estarán en el precio que se concede a cada banco y en cómo se definen los puestos directivos en el organigrama. La oferta de BBVA es que Sabadell tenga un peso del 16% del grupo. En esa pugna por el dinero que vale cada banco, las entidades presionan para intentar obtener una mejor valoración. El objetivo es que los accionistas obtengan el mayor valor posible.
La propuesta de BBVA supone conceder a Sabadell un valor de unos 11.500 millones, frente a la capitalización actual de 10.000 millones. Pero esa cifra es inferior al valor en libros (el precio “real” que aparece en las cuentas del banco), que estaría en torno a 14.000 millones. De hecho, en general, los analistas consideran que es una buena oferta pero no especialmente generosa para Sabadell. “Es una propuesta bastante atractiva, pero no sobresaliente”, explican los expertos de Deutsche Bank.
Por otro lado, una cuestión importante serán las negociaciones sobre el reparto de los altos cargos en el organigrama. Bancos de las dimensiones de BBVA y Sabadell están compuestos por cientos de directivos. Desde el consejo de administración, que es el organismo que toma las decisiones del banco, pasando por directores generales, responsables de áreas de negocio y mandos intermedios. Y en ese juego de negociar la fusión y definir la estructura del nuevo banco, los directivos buscan conservar su rango o aspirar a uno mayor.
La carta remitida por BBVA a Sabadell con la propuesta de fusión es cuidadosa con el reparto de poder. “El equipo directivo de la entidad resultante se conformaría con ejecutivos procedentes de ambos bancos, atendiendo a principios de competencia profesional y mérito, procurando guardar la proporcionalidad en función del peso relativo de los negocios”, indicaba la misiva. Sin embargo, las fuentes consultadas del mercado consideran que será un punto de fricción.
Un idilio que viene de lejos
Los cantos de sirena de BBVA a Sabadell vienen de lejos. El banco de origen vasco ya intentó una fusión con la entidad catalana hace cuatro años, en medio de la pandemia de la Covid-19. Ese primer acercamiento fracasó porque los bancos no se pusieron de acuerdo en el valor que concedían a cada entidad. Pero la situación de entonces no es la misma que la de ahora.
Sabadell valía en Bolsa 2.500 millones, su beneficio era de apenas dos millones y la rentabilidad del 0%. En cuatro años, el nuevo equipo directivo, liderado por César González-Bueno como consejero delegado, ha logrado multiplicar por cuatro el valor en Bolsa, ha registrado récord de beneficios con 1.332 millones y la rentabilidad supera el doble dígito con el 11,5%. En ese sentido, las fuentes financieras consultadas consideran un premio escaso para este equipo gestor contar con 16 de cada 100 puestos de mando. Mientras deshoja la margarita, el consejo de Sabadell deberá decidir si cambia de banco para unirse a una multinacional que pelee con los gigantes bancarios, o conservar su perímetro actual y centrarse en el negocio en España y Reino Unido.
BBVA, por su parte, busca dar un salto de nivel y jugar en una liga mayor. Se trata ya de uno de los grandes bancos, pero si absorbe Sabadell pasaría a codearse con las mayores entidades financieras de Europa. Habitualmente el tamaño de un banco se mide por los millones de euros en activos que atesora. En Europa solo hay nueve bancos que superen el billón de euros (un millón de millones) y de consumarse la fusión, BBVA sería el décimo.
También aumentaría su exposición en Europa (especialmente España y Reino Unido) lo que permitiría no depender tanto de mercados emergentes como México, América Latina y Turquía. En este último, y debido a la situación macroeconómica del país, la aportación a los resultados ha sido exigua.
Se estrecha la competencia
La continua concentración del sector financiero está provocando que unos pocos bancos se repartan el grueso del negocio. En los últimos 20 años el mapa bancario ha cambiado por completo. De las 55 entidades que había en 2009 en España, tan solo quedan 10 grandes grupos bancarios, que pasarán a ser nueve si la fusión entre BBVA y Sabadell se consolida.
Según los analistas de Morningstar, la unión entre BBVA y Sabadell concentraría el 20% del negocio del crédito y los depósitos en España. Y las tres primeras entidades acaparan el 70% del negocio. Además, la unión BBVA- Sabadell sería la única entidad con oficina bancaria en 48 códigos postales.
Aunque los niveles de concentración son altos, la competencia bancaria en España es amplia, ya que en general todas las entidades permiten crear una cuenta online o contratar sus productos y servicios a través de las app móviles o las páginas web. En los últimos años, bancos digitales, entidades extranjeras y fintech se han sumado a la oferta que ya ofrecía la banca tradicional, por lo que si un cliente no está satisfecho con las condiciones que le ofrece su banco, puede cambiarse de entidad en pocos minutos a través de su teléfono móvil.
El problema está más focalizado en las áreas rurales donde solo hay una oficina. Habitualmente, estas zonas, que están pobladas en gran medida por personas que pertenecen al colectivo de mayores y que están menos familiarizados con las nuevas tecnologías, prefieren tener toda su operativa bancaria en la entidad que tiene una oficina presencial cerca, para poder recibir atención presencial en caso de tener que resolver alguna incidencia. Esto genera el riesgo de que si solamente hay una oficina en el municipio, ese banco pueda aplicar comisiones más elevadas que la media del mercado. También tipos de interés más altos en los créditos e hipotecas, ya que los clientes van a seguir contratando los productos, por ser el único banco que ofrece atención presencial.
Pero se trata de un equilibrio complejo. Aunque cada vez hay menos bancos, que son cada vez más grandes, los supervisores vienen animando a las fusiones entre entidades. La obsesión de Banco Central Europe (BCE) es contar con bancos sólidos y solventes que puedan resistir una crisis. El colapso financiero que comenzó en 2008 con la caída de Lehmann Brothers queda lejos, pero sus efectos siguen muy presentes entre los supervisores y no quieren que se vuelvan a repetir.
En el momento en que se desata una crisis económica, los bancos son uno de los instrumentos para mantener la estabilidad, ya que si cuentan con liquidez suficiente permiten insuflar dinero en empresas y familias. También permiten acordar medidas conjuntas con los Gobiernos para paliar los efectos de una situación sobrevenida. En ese sentido, los supervisores bancarios destacan el papel de los bancos durante la pandemia del Covid-19. En un momento en le que parte de las empresas cerraron por las cuarentenas y las familias se quedaron en casa, los bancos y los gobiernos habilitaron líneas de crédito y condiciones ventajosas para compensar la pérdida de ingresos temporal y permitir una recuperación más rápida en cuanto la actividad económica volviera a la actividad.
Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.