Pujol advierte a Aznar que los recortes en infraestructuras perjudican al desarrollo

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, sugirió ayer al jefe del Gobierno, José María Aznar, que el fuerte recorte presupuestario previsto para 1997 no debe afectar exclusivamente a las infraestructuras y a los ministerios económicos porque puede repercutir negativamente en el desarrollo del país. Aznar y Pujol dieron la salida a la negociación de los presupuestos para 1997 con una reunión en La Moncloa. El líder de Convergència i Unió (CiU) advirtió al presidente del Gobierno que la elaboración de los presupuestos, que se abordará a fondo la próxima semana, va algo retrasada.

Jordi Pujol y José María Aznar dedicaron la mayor parte de su reunión de hora y media a conversar sobre la situación económica y las líneas generales de los Presupuestos Generales del Estado para 1997, lo que el presidente de la Generalitat denomina el segundo cohete. Pujol confirmó a Aznar el apoyo de CiU a los presupuestos, pero le trasladó algunas recomendaciones.La primera de ellas fue que los nuevos presupuestos, que van a seguir siendo restrictivos, no afecten con exclusividad a las infraestructuras y los ministerios económicos, porque podría repercutir negativamente en el desarrollo del país. "Debemos procurar que no suceda lo de este año, en el que los recortes afectan exclusivamente a los ministerios inversores, ya que el país esta maduro para comprenderlo".

No obstante, Pujol tampoco aclaró qué partidas alternativas hay que recortar. "Eso hay que estudiarlo", dijo al preguntársele si proponía recortes en el gasto social, "Hay momentos de cierta abundancia y otros que no y frenamos, más que por no tener dinero, por tener que adaptarnos a las condiciones europeas, que son la base del desarrollo futuro", añadió.

Recortes sociales

En ningún momento quiso pronunciarse ante los periodistas si se estaba refiriendo a recortes sociales, pero aconsejo a Aznar que no tema a las respuestas que pudieran originar algunas medidas delicadas, derivadas del ajuste presupuestario, pero necesarias en el horizonte de la armonización de España con la Unión Europea. Puso como ejemplo, y como un síntoma de normalidad, las recientes movilizaciones en Alemania y Bruselas contra las medidas de recorte social.Pujol defendió paralelamente la conveniencia de mantener un diálogo permanente con los sindicatos. "El Gobierno debe hacer todo lo posible para que no haya movilizaciones sindicales y hablar mucho con los sindicatos para explicarles que los recortes no se hacen para disminuir a las centrales o dejar a los trabajadores en una situación marginal".

Estas precisiones de Pujol se encuadran en un acuerdo con Aznar con el objetivo prioritario de alcanzar las condiciones para que España acceda en año y medio a la Unión Monetaria. "España juega en primera división europea, pero aunque no pueda ser campeón, si puede aspirar a jugar la UEFA", comentó Pujol a los periodistas.

Para alcanzar esas posiciones se requiere, a juicio del presidente de la Generalitat, una reordenación del presupuesto, una redistribución del dinero y no depender tanto de la inversión exterior como del ahorro interno, y mejorar la competitividad.

Pujol también manifestó a Aznar que hay que acelerar la aplicación del Pacto de Toledo sobre el futuro del sistema de pensiones, para tranquilizar a muchas personas que viven angustiadas por su futuro como jubilados. "Hay incertidumbre por su no aplicación, y la obligación de los políticos es eliminar ese desasosiego". Reclamó del Gobierno medidas para fomentar los planes privados de pensiones.

En relación con su propuesta de un trato diferente para la autonomía catalana, formulada la víspera en su conferencia en el Club Siglo XXI, Pujol declaró a los periodistas: "Nosotros no pedimos más que una reflexión; no pedimos nada más, de momento". Pujol insistió ante los periodistas que su propuesta de releer la Constitución no va dirigida únicamente al Gobierno, sino también a las demás comunidades autónomas, a los partidos y a la sociedad en general. Y quiso dejar claro que la reflexión que propone nada tiene que ver con los pactos de gobernabilidad entre CiU y el PP.

El mandatario catalán se distanció incluso de sus colaboradores que días atrás hablaron de la necesidad de alcanzar un pacto de Estado para traducir a la práctica la distinción constitucional entre nacionalidades y regiones: "Ya se verá si sale un pacto o no. En los próximos meses, a través del diálogo, con tranquilidad y serenidad, sin poner a nadie en una situación dialéctica difícil, veremos qué hay".

El contenido de su conferencia en el Club Siglo XXI fue abordado de pasada en su entrevista con Aznar. Pujol explicó que él era el primer interesado en no mezclar esa "acción de pedagogía" con el objeto de su visita a La Moncloa, que era revisar el estado del cumplimiento de los pactos CiU-PP y, en particular, los próximos Presupuestos Generales del Estado. Incluso lamentó la coincidencia de fechas entre una y otra cosa, porque podía dar a entender que había lanzado un mensaje a Aznar el día antes del encuentro. "Son dos planos y dos tempos distintos", declaró Pujol. "Esta pedagogía no compromete al Gobierno. En lo que sí está comprometido es en el cumplimiento de lo pactado".

El ejemplo de Quebec

El presidente catalán cree que "todo el mundo" se da cuenta de que hay que hacer una nueva lectura de la Constitución y que poco a poco eso ya se manifiesta en la práctica. Puso como ejemplos de esa "lectura abierta" de la Constitución la LOFAGE (Ley Orgánica de Funcionamiento de la Administración General del Estado), la cesión del 30% del IRPF a las autonomías y el modelo policial catalán.Pujol viajará el próximo fin de semana a Quebec, la provincia francófona de Canadá, y tendrá la oportunidad de conocer sobre el terreno el debate político existente en ese país norteamericano en torno a la necesidad de reconocer el carácter de sociedad diferente de esa provincia si se quiere evitar que un tercer referéndum independentista pueda triunfar allí. Las juventudes de su partido (JNC) consideran insuficiente la propuesta de relectura no restrictiva de la Constitución y reclaman abiertamente su reforma y la del Estatuto de autonomía.