"Estoy harto de que me desmontéis los proyectos"

El presidente de la Comisión Europea, Jacques Santer, se declaró ayer, ante los periodistas, totalmente "reconfortado". Dijo que la cumbre había aprobado los proyectos de la Comisión. Aseguró que se trataba de "un gran éxito" y declaró que "Florencia ha sido al empleo lo que [el mismo avance] Madrid fue al euro".Sus colaboradores opinaban lo contrario: "Nos han arruinado el plan". Con igual desencanto, esto mismo, es lo que espetaba en la tarde del viernes el propio Santer, a puerta cerrada, a los jefes de Estado y de Gobierno, según relató uno de los asistentes que pidió no ser identificado: "Estoy harto de que la Comisión presente proyectos a petición vuestra, y que vosotros mismos o los ministros de Economía y Hacienda nos los desmonten uno por uno".

Estas reacciones sucedían a la decisión tomada por el propio Santer de descolgar de las conclusiones oficiales el paquete numéricamente más sustancial de su pacto: 13.500 millones de ecus (2,1 billones de pesetas), que se reasignarían desde los fondos estructurales para proyectos de creación de empleo. La mala acogida que tuvo esa idea en su reciente gira de capitales le decidió a "la retirada", según su comisario de Asuntos Monetarios, Yves-Thibault de Silguy.

El texto de las conclusiones definitivas aludió ayer a la "posibilidad de centrar más las políticas estructurales en la creación de empleo". Pero eso sí, "sin menoscabo de los principios básicos, el actual marco jurídico y las cuantías" de esos fondos, lo que quebraba toda la formulación técnica de la propuesta. Esos peros habían sido exigidos con firmeza por varios países, entre ellos España.

El Gobierno español sostenía que los fondos estructurales deben limitarse a reequilibrar las diferencias de renta, mientras la Comisión respondía que la creación de empleo no es contradictoria con ese objetivo. "Tenemos la garantía de que los planes de empleo quedan para estudiar y de que en ningún caso afectarán a los fondos estructurales", comentó un José María Aznar plenamente satisfecho.