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PSIQUIATRÍA

La impaciencia dificulta los tratamientos de la ansiedad

La ansiedad se trata con psicoterapia o con fármacos. A pesar de que los tratamientos mejoran y consiguen una buena relación riesgo-beneficio, Jesús de la Gándara Martín, jefe de Psiquiatria del hospital Divino Vallés y General Yagüe de Burgos, piensa que la ansiedad patológica es casi intratable. "Después de cinco años de tratamiento, un 12% llega a una recuperación total y un 48% mejora. Pero son tratamientos a largo plazo y muchas veces ni el paciente ni el médico tienen paciencia para esperar los resultados y se incumple el tratamiento", explicó Gándara. "Más del 30% de los fármacos prescritos no se toman. Resulta peor con las psicoterapias porque los pacientes no tienen el tiempo para cumplirlas".Esta semana se han celebrado en Madrid las primeras Jornadas sobre Ansiedad y Pánico, organizadas por la Escuela de Sanidad y Consumo. En ellas se han tratado temas como la terapia a seguir con pacientes patológicos, pero también se ha planteado la difícil frontera entre los momentos de ansiedad y pánico que todos ciudadano vive alguna vez.

Estímulo poderoso

La ansiedad es una reacción normal frente a cualquier amenaza y es un estímulo poderoso para el desarrollo de la personalidad, o para cosas más sencillas como preparar un examen o ser puntual. En este caso se habla de una ansiedad ligera, pasajera y adaptiva. Por el contrario, una ansiedad patológica es persistente y sobre todo incapacitadora. Así, la tensión que normalmente incita al alumno a trabajar se convierte en un sentimiento que disminuye el rendimiento."La ansiedad generelizada es un mecanismo desataptivo", explica Jerónimo Saiz Ruiz, profesor titular de psiquiatría de la Universidad de Alcalá de Hernares y jefe de servicio del hospital Ramón y Cajal de Madrid. "Es un miedo desproporcionado con la situación que incapacita a los pacientes; los que sufren de ansiedad generalizada viven recluidos en su casa y su calidad de vida va deteriorándose".

Los síntomas de las crisis de ansiedad o de pánico son físicos: malestar, sensación de ahogo, palpitaciones, dolor torácico, sudoración o escalofríos, náuseas y miedo a morir o a volverse loco... El miedo a la repetición de las crisis crea una angustia crónica que es la enfermedad psiquiátrica más frecuente.

El desarollo de la farmocología no será suficiente en el futuro para luchar con estos trastornos, según Gándara. "Se necesita una política preventiva", explicó. "Si tratamos la ansiedad soportable evitaremos la ansiedad insoportable. Cada uno puede reducir el estrés en su vida, practicando deportes o haciendo relajación, por ejemplo. Hay que reducir el estrés antes que se vuelva insoportable e incapacitante".

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