Higares, Liria y Valderrama, heridos sin consecuencias
Los tres espadas del festejo de ayer -Vaderrama, Higares y Liria- acabaron heridos, aunque sin consecuencias. Óscar Higares fue el único que entró en la enfermería de la plaza, donde se le asistió de un puntazo corrido en el tercio medio del muslo derecho, de pronóstico leve, que no le impidió continuar la lidia, según el parte médico. Higares aseguraba después de la corrida que también tenía un varetazo en la espinilla derecha que, incluso, le dolía más.Domingo Valderrama, según relató el propio torero terminada la corrida, no podía mover dos dedos de la mano derecha a consecuencia del golpe que le dio el cuarto toro en el codo. Pepín Liria aseguraba que el tercero de la tarde le había dado un varetazo en el muslo izquierdo. El otro herido, el banderillero Alejandro Escobar Barba sufrió una herida contusa en el pabellón auricular derecho, de pronóstico leve, según los doctores que le atendieron.
Los tres matadores coincidían en que la corrida había salido muy mansa. También la ganadera, Dolores Aguirre. "Ha sido un desastre", manifestaba Aguirre, que no acudió a la plaza y vio el festejo por Canal +. "Los toros han salido mansos, han hecho exactamente todo lo que no tenían que hacer. No puedo decir nada positivo de ellos. Alguno ha metido la cara en la muleta, pero sin clase. Han tenido fuerza, aunque la justa".
Dolores Aguirre aseguraba que lo había pasado muy mal. "Fatal, estoy muy desilusionada", aseguraba. "En el primer toro, que metía algo la cabeza en la muleta, vaya, pero en los otros, muy mal. Además, en televisión ves el miedo que están pasando los profesionales y se te contagia. Y, también, las cogidas las han repetido 500 veces. Ha sido un desastre".
Higares estaba muy disgustado, además de dolorido. "La corrida ha tenido mucho peligro, manseando todo el rato, pegando cabezazos y tornillazos", manifestaba. "Mi segundo toro era muy complicado. Por el pitón derecho se vencía y buscaba, y por el izquierdo, al quinto o sexto muletazo se me vino encima y me cogió". En su primer toro, Higares había concebido alguna esperanza. "Al principio de la faena de muleta lo he lidiado por abajo, sobándolo, enseñándole a embestir. Pero cuando ya he intentado torearlo, ha protestado y hacía hilo".
El más aprovechable
Valderrama, trompicado al entrar a matar a su segundo toro, dice que era más difícil matar el primero que éste. "Cuando me tiré a matarlo, se me vino al pecho descaradamente", afirma. El torero reconocía que ese primer toro había sido el más aprovechable de la corrida. "Lo he sacado a los medios por si se rajaba", dice, "pero ahí el viento me ha molestado mucho y no he podido cuajarlo". El que lo lesionó en el codo fue "manso, como toda la corrida, no pegaba más que tornillazos".Liria, "muy cabreado por los toros", cree que si llega a matar bien al tercero hubiese cortado una oreja.
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