Cogida grave de José Luis Moreno
José Luis Moreno resultó herido de gravedad cuando iba a meter a su primer enemigo en la jurisdicción del picador.El toro ya le había avisado al recibirlo con el capote. Le apretó tanto al joven diestro hacia las tablas que la cornada ya se presagiaba. Por el pitón derecho recortaba, buscaba el muslo. Lo intentó dos veces pero no consiguió calar en ninguna de ellas. Fue cuando el matador, que el pasado 30 de mayo tomó la alternativa, le llamó para ponerlo en suerte. Mal colocado, el toro le tiró un derrote y le envió a la enfermería.
Los médicos intervinieron a Moreno, durante algo más de una hora, de una herida en el tercio medio del muslo izquierdo. La cornada le provocó un gran destrozo muscular y disección del paquete femoral. Pero hubo otra cornada más, ésta en la región posterior del muslo que le destruyó el tejido celular subcutáneo que sin penetrar en la masa muscular. De ambas heridas fue intervenido bajo anestesia general y su pronóstico es grave. Pasó la noche en el hospital Reina Sofía.
Murteira / Chiquilín, Higares, Moreno
Toros de Murteira Grave, de escasa presencia, con poco gas y sospechosos de pitones. 4º, sobrero, en sustitución de uno que se lesionó durante la lidia. Chiquilín: aplausos, oreja y oreja; salió a hombros. Óscar Higares: palmas, silencio y ovación. José Luis Moreno: herido de gravedad por el 3º.Plaza de los Califas, 2 de iunio. 10ª y última de feria Menos de media entrada.
Como consecuencia de esta cogida, la corrida que cerró el ciclo ferial de Córdoba se quedó en un mano a mano Chiquilín-Higares. Chiquilín hubo de lidiar al que corneó a Moreno. Y lo hizo en la misma zona donde se produjo el percance. El toro apretaba hacia ese lugar -allí murió-, donde el torero, valiente, se embraguetó con él. La pelea le valió la oreja, y eso después de propinar una estocada en el segundo sótano.
Las orejas en Córdoba se dan nada más que con vestirse de luces. Así ha sido toda la feria. El público y la autoridad tienen devaluados los trofeos. Si Higares se hubiese acoplado un poquito más, seguro que hubiese acompañado a Chiquilín por la puerta grande.
La feria de Córdoba se cierra como en años anteriores, con un montón de orejas regaladas -otras, las menos, ganadas a ley- a los toreros, que se las han visto con ganado impresentable y sin trapío. Los veterinarios han visto una gran cantidad de animales y han rechazado durante los 10 días de feria casi medio centenar de reses, por llamarles de alguna manera, que en pocos casos han recuperado los presidentes para la lidia. Los facultativos se han puesto serios esta temporada y se han decidido a mandar pitones y vísceras de toros lidiados para su análisis. La respuesta se sabrá pronto.
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