_
_
_
_

Cinco madres inician una 'batalla' contra los bares que venden alcohol a menores

Adela García, de 55 años, ha acudido a los jueces para que investiguen la venta de alcohol a menores en varios locales públicos de la zona de Moncloa. Su hijo, de 15 años, celebró un cumpleaños con otros 16 amigos el viernes día 11 de mayo y, al igual que el resto, regresó a casa en estado ebrio. Tuvieron que llevarle a casa otros amigos que resistieron algo mejor los calimochos y litronas que, según Adela, sirvieron a los chicos "en el bar El Macetero".

Adela no está sola: las madres de otros cuatro adolescentes que participaron en el cumpleaños -Ana, Esther, Nati y María- también se han ofrecido a cooperar en su lucha contra los "desaprensivos" que despacharon la bebida al grupo. Según Adela, los chicos tomaron "calimochos [mezcla de vino y coca-cola] y un macetero, que no es otra cosa que un imponente jarrón con 12 litros de cerveza", señala Adela.Adela reunió en casa el viernes 24 de mayo, víspera del fin de semana, a nueve de los 16 chicos. Les habló de los perversos efectos del alcohol y les pidió información sobre los bares que habían visitado. Los chicos, según Adela, le dijeron que habían estado en un bar de Moncloa que ellos denominan El Macetero. Allí, según los menores (de entre 14 y 15 años), consumieron calimochos y un macetero de 12 litros de cerveza.

Adela ha dialogado con las madres de otros nueve chicos, y todas están dispuestas a pedir responsabilidades penales a este local. "Cuando vi el estado en que llegó mi hijo a casa me enfadé tanto que al día siguiente me presenté en la comisaría de Arganzuela y denuncié lo ocurrido", cuenta. "Mi hijo se llevó una regañina; pero la culpa no es sólo suya, lo incomprensible es que vayan chicos a un bar, pidan bebidas alcohólicas y se las sirvan sin más".

Según Adela, los chicos le hablaron también de otros locales -entre ellos, "una discoteca situada en la calle de Fernández de los Ríos", precisa Adela- a los que han accedido utilizando el carné de identidad de un amigo mayor de edad. "Mi hijo y los otros chicos me contaron que han entrado varias veces en esa discoteca con el carné de un amigo mayor. Bastaría con que el portero observase la foto", señala Adela.

Al poco de franquear la entrada con el falso carné, el menor sale a la calle y pide al portero que le estampe en la mano el sello de la discoteca, lo que le permite entrar de nuevo sin tener que exhibir ningún carné. Así puede, subraya Adela, pasarle el carné a otro amigo que espera escondido en la puerta; y así van entrando de uno en uno.

Impunidad

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Adela exige que se ponga coto a esta impunidad que tanta inseguridad provoca en la sociedad. "Nunca antes", reflexiona, "se habían oído tantos casos de menores que apuñalan a otros los fines de semana".Un empleado del bar que los chicos denominan El Macetero indicó que desconocía la denuncia de Adela y menos aún que se les hubiese servido alcohol. "Nosotros no somos policías para exigir el carné a nadie; no obstante, si vemos que el cliente es joven, por supuesto que se lo pedimos. Hay menores", agregó, "que compran bebidas en otros sitios, se las beben en los parques y luego dicen que ha sido aquí donde adquirieron el alcohol".

Este empleado asegura que los maceteros que se sirven en su local "son de ocho litros, no de doce", y que quienes "lo piden lo hacen para tirarse el moco". "Puede ocurrir", añade, "que en el grupo haya algún mayor de edad que pida el alcohol en la barra y luego, sin que nos demos cuenta, permita beber a los menores".

Hace dos años, un padre denunció a un supermercado de Moratalaz porque, según él, allí habían adquirido su hijo y otros amigos las botellas de alcohol cuya ingesta llevó a su vástago a un coma etílico. Ingresó en el Gregorio Marañón.

En Alcalá de Henares se dieron casos de bares que difundieron folletos incitando a estudiantes a "coger pedos" por módicos precios. La Fiscalía del Tribunal Superior de Madrid advirtió entonces su propósito de actuar contra los locales que despachen alcohol a menores de edad.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_