Vázquez Montalbán publica un viaje literario al Madrid del poder visto desde la periferia
'Un polaco en la corte del Rey Juan Carlos' reúne una treintena de entrevistas
La idea surgió de la agente Carmen Balcells y colaboró en el título Ramón Mendoza (por lo de "polaco el que no bote"), pero quien lo ha convertido en libro es Manuel Vázquez Montalbán. El resultado, Un polaco en la corte del Rey Juan Carlos (Alfaguara), es un libro reportaje sobre el Madrid actual en el que se incluyen una treintena de entrevistas con personajes importantes y una voluntad de explicarse desde la periferia los entresijos del poder. Su autor califica el libro, del que El País Semanal ofrece un avance este domingo, de "viaje literario".
"Todo el libro se basa en la idea de que Madrid es una ciudad' que está esperando la llegada de los bárbaros", comentó ayer Vázquez Montalbán en una comida en Barcelona. "Cuando lo escribí, parecía que Ruiz Gallardón era sólo una especie de avanzadilla de los bárbaros. El panorama es distinto con la llegada a la presidencia de Aznar, pero de hecho cada capítulo alude al poder en relación con la ciudad de Madrid".Vázquez Montalbán, que ya publicó en 1984 Mis almuerzos con gente inquietante, volvió a Madrid en los últimos meses para tomar el pulso a esa peculiar transición desde el punto de vista de un polaco (equivalente a catalán o mallorquín, según el Diccionario del argot español). "Tenía constancia en todo momento de ser un periférico alejado del poder", aclara. "La única noción que tenemos del poder desde Cataluña es la visión de Pujol y de su teléfono".
Vázquez Montalbán, basándose en un apoyo logísticio gestado desde la agencia de Carmen Balcells y la editorial Alfaguara, emprendió una particular peregrinación por el Madrid del poder, guiado por dos cicerones en especial: Javier Rioyo y Leticia Gil de Biedina. Fue recibido en audiencia por el Rey, se vio con los banqueros Valls Taberner ("montaron una escenografía perfecta"), se aventuró en la generación X y se entrevistó con Felipe González más de. 10 años después de los almuerzos. "En 1984, González era como un torete recién salido del toril, mientras que ahora encontré al personaje muy cambiado", puntualiza, Ileno de cicatrices".
Aznar, por cierto, fue el único personaje que le negó la entrevista. "Siempre estaba casi a punto de concedérmela", explica, "pero no llegó nunca a hacerlo. Al final, decidí renunciar, ya que siempre he sacado un gran partido de los personajes a os que no entrevisto". "Con la ayuda de Kipling y de su poema If", añade, "Aznar es quizá el personaje más literario del ibro".
Al recordar los personajes entrevistados, evoca Vázquez Montalbán en especial su audiencia con el Rey. Juan Carlos habló de Jordi Pujol (bien, por cierto) y de Pilar Rahola y su incidente con la grúa. También e preguntó a Vázquez por el líder de Esquerra Republicana, Ángel Colom. Al comentarle el escritor que Colom fue seminarista, el Rey le obsequió con una larga relación de políticos que han pasado por el seminario. "Me sorprendió con una lista exhaustiva", recuerda.
Carmen Posadas, esposa del banquero Mariano Rubio, se leva el premio al personaje sorpresa, ya que, según Vázquez, e concedió una entrevista en la que se mostró muy distinta a lo que esperaba. "Todo el asunto me divirtió muchísimo", llegó a decirle al hablar del escándalo Rubio. En el mundo de la comunicación, Vázquez Montalbán se entrevistó con Jesús Polanco, presidente del grupo PRISA, y con Pedro J. Ramírez, director del diario El Mundo.
"En el fondo hay en el libro", apunta Vázquez, "una meditación sobre la creación del odio hacia los polacos a partir del pacto de CIU con el PSOE". Como polaco mestizo, según se autodefine, Vázquez Montalbán pudo comprobar que en este episodio reciente "todo el mundo representó un papel que forma parte del juego del poder, del maquiavelismo". "Es curioso por ejemplo cómo se instrumentalizó todo el conflicto lingüístico", añade. "Tras el pacto de Pujol con el PP se han acabado los problemas de la inmersión linguística".
El tema de los GAL es otra de las constantes que flotan en el libro de Vázquez Montalbán. "Soy consciente de la dificultad de un equipo joven para gobernar", aclara, "pero siempre he sido intransigente cuando el tema afecta a los derechos humanos. No se puede tolerar que en algunos casos se jugara a montar checas democráticas y no me gusta que busquen la complicidad de la gente".
En su visita como polaco a Madrid, admite Vázquez que no ha querido perder de vista la ficción. "Hay algunos personajes de ficción en el libro", admite, "y ya que soy mestizo cuando escribo novelas, he querido seguir siéndolo al escribir este reportaje".
"El poeta Jaime Gil de Biedma", añade Manuel Vázquez Montalbán, "decía que el poeta también es un personaje, aunque se tienda a veces a olvidarlo. Yo he hecho un juego parecido en el libro. El polaco del reportaje, que en parte soy yo, da una idea de la ficción que contiene".
Babelia
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