Más de 10.000 españoles pidieron información en 1995 sobre la difusión de sus datos bancarios
Al menos dos millones de personas figuran en los grandes ficheros de morosos
Más de 10.000 españoles demandaron, en 1995, información a la Agencia de Protección de Datos, y el 40% estuvo relacionada con la morosidad. Los datos bancarios de más de dos millones de personas están recogidos en grandes ficheros de morosos. "No se puede permitir que se mantenga el nombre de un moroso en un fichero si ya se sabe que ha sido un error" dice Miguel Ángel Orea, jefe de Atención al Ciudadano de la Agencia de Protección de Datos.
Un matrimonio pide un crédito bancario, pero no lo llega a firmar. Por algún error figura como si lo hubiera hecho y les meten en un fichero de morosos. Al cabo de un tiempo, les niegan un crédito en otro banco. La razón, que tienen una deuda contraída con otra entidad. Se aclara el caso, pero su nombre permanece en el fichero. "Errores como éste siguen ocurriendo y no se puede permitir", alega Miguel Angel Orea. "Estar incluido en uno de estos ficheros impide que se conceda un crédito o que se pueda solicitar una tarjeta de crédito", añade. "En los últimos años este problema ha pasado a ser muy grave, debido a que el retraso en los pagos provoca que se produzca una morosidad en cadena". España es uno de los países con más morosidad de la Unión Europea. De las más de 10.000 consultas que realizaron en 1995 los ciudadanos y las empresas a los responsables de la Agencia de Protección de Datos, casi el 40% tenía que ver con la morosidad. 1995 fue el primer año en el que este organismo dedicó a atender consultas de los ciudadanos.
Orea señala que a menudo "se plantea el problema de que se trata igual a las personas o entidades que están en el fichero y han pagado ya su deuda que a los que aún no la han pagado, porque la ley permite que se mantenga a los ex morosos en el fichero durante seis años y, a menudo, los responsables de los bancos tratan peor a una persona que ha figurado en un fichero de morosos".
Ficheros actualizados
La ley establece que el dato de una persona que ha estado en un determinado fichero de morosos puede permanecer durante seis años, aunque dicho ciudadano haya puesto la deuda a cero años atrás. "La ley trata un poco igual al incumplidor pertinaz que al ocasional, y cuando alguien se encuentra en esta segunda situación depende normalmente de la buena voluntad de los responsables del banco para obtener un crédito, de que le crean", dice el portavoz de la Agencia.La Asociación Nacional de Entidades de Financiación cuenta con uno de estos ficheros, el Asnef-Equifax, que actualiza quincenalmente con los datos que le proporcionan bancos, cajas y entidades de financiación. Proporcionan estos datos a sus clientes a través de las propias bases de datos de las entidades, lo que garantiza que. la actualización se realice de forma generalizada. Es de los mayores y cuenta actualmente con alrededor de dos millones de incidencias (datos de morosos y ex morosos), entre particulares y empresas, y reciben unos 15 millones de consultas anuales.
Otro gran fichero es el Registro de Aceptaciones Impagadas (RAI), que funciona a modo de asociación. Orea señala que el RAI "proporciona los datos a sus socios en cintas, lo que es más inseguro, no perinite actualizar automáticamente los ficheros de todos los que poseen datos y es un sisteina que debería modificarse, porque no permite cumplir bien la ley". Cualquier persona puede solicitar información sobre sus propios datos en estos organismos.
Algunas entidades bancarias se muestran recelosas a la hora de hablar de este tema, son pocas las que no muestran reparos. "Desgraciadamente para los financiadores, estos ficheros están muy dispersos y, a nuestro juicio, no suficientemente controlados. Los mecanismos de control están debidamente establecidos en la LORTAD (Ley Orgánica de Regulación del Tratamiento Automatizado de Datos) y la Agencia de Protección de Datos ha comenzado a ejercer esa labor de control", dicen los encargados de la Unidad de Riesgos Comerciales de Banesto.
Los responsables de la media docena de bancos consultados aseguran que periódicamente revisan sus listas de morosos, analizan los casos y, si están resueltos y justificados, se da una respuesta positiva al cliente. Asimismo señalan que no son habituales los casos de los profesionales de la morosidad, pero sí los de personas que adquieren compromisos por encima de sus posibilidades reales.
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