Un criminal de guerra anda suelto
En el complicado mecanismo de los acuerdos de Dayton hay una pieza que falla: el líder serbobosnio Radovan Karadzic. Condenado al ostracismo tras haber sido inculpado por crímenes de guerra ante el Tribunal de La Haya, el hombre fuerte de Pale amenazó el sábado, en una entrevista emitida por la televisión alemana ZDF, con un nuevo "baño de sangre" si es detenido.Pero la comunidad internacional parece haberse hartado de las bravatas de Karadzic. El ministro alemán de Exteriores, Klaus Kinkel, exigió ayer que se dicte una orden de busca y captura internacional contra el líder serbobosnio, y el coordinador para Bosnia de Estados Unidos, John Kornblum, advirtió a Belgrado sobre una reanudación de las sanciones si Karadzic no es entregado a La Haya.
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