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Fiebre de oro en el Narceda

Empiezan los trabajos para explotar en Asturias la que será la mejor mina europea de oro

,La fiebre del oro se instala en Asturias. En el suroccidente de la región, la compañía Río Narcea Gold Mines iniciará a finales de 1997 la explotación del que será, dicen, el más importante yacimiento aurífero de Europa. Culminarán así cinco años de investigaciones y tres de sondeos en los municipios de Salas y Belmonte de Miranda. La zona ya fue objeto de una intensa explotación aurífera por los romanos hace 18 siglos.En el lugar se ha verificado la existencia de al menos dos millones de onzas de oro (62,2 toneladas). En los dos municipios citados se observa a diario el trajín de geólogos rastreando palmo a palmo laderas y valles, flotas de vehículos todoterreno por pistas enlodadas, máquinas sondeadoras y giroscopios penetrando la corteza de la tierra e ingenieros proyectando futuras galerías. Todo ello ha quebrado la somnolencia de los. solitarios parajes del poniente asturiano.

Los habitantes tienen sentimientos encontrados. Miguel Fernández, de 41 años, vive en Oviñana (Belmonte), está casado y tiene dos hijos. Trabaja desde 1987 en los altos hornos de Gijón. Antes estuvo en los astilleros, pero fue una de las víctimas de la reconversión. "Si dan empleo, eso es bueno. Aquí los jóvenes lo tienen muy difícil. Por eso hay que confiar en que salga oro y en que se creen puestos de trabajo".

Severino Suárez, 61 años, jubilado, vive en Castañedo (Belmonte). Cerca de su casa han hecho sondeos. "Oro tiene que haber. Nadie tira el dinero para nada. Y aquí se han hecho inversiones importantes y sondeos de hasta 400 metros. Soy soltero y jubilado y no necesito nada, pero no me molesta que los demás se beneficien. De momento ya se han creado más de 60 empleos".

A sus 76 años, Julio Suárez, campesino jubilado, es escéptico con las expectativas. Es de Silviella y está de tertulia en Puente San Martín. "Ya veremos si hay oro o se lo llevaron todo los romanos. Dicen que hay 10 gramos en cada, tonelada. ¿Vístelos tú? Mientras no lo vea, no hay que creer nada. Si hay millones en juego, ya veremos quién los caza".

El riesgo de eventuales daños ecológicos también pesa. "Las autoridades deben estar vigilantes", demanda Miguel Fernández. Severino Suárez está, tranquilo. "En Fontoria hubo minas y hornos de caolín; desapareció la vegetación por completo, pero, en cuanto cesó la actividad, rebrotó de nuevo como si nada hubiera ocurrido". Julio Suárez es más temeroso: "Dicen que van a utilizar cianuro. Por lo menos, que no nos envenenen".

El éxodo ha comenzado. Muchos han vendido sus propiedades de buen grado. Otros, forzados por las circunstancias. "Hubo quien vendió la casería en la montaña en 85 millones, cuando no lo vale todo el pueblo", opina Severino Suárez. Julio Suárez coincide en que "hay gente que sale con mucho dinero, pero algunos hubieran preferido seguir en su pueblo".

La compañía minera ha comprado todas las casas del pueblo de El Valle, en la sierra de Begega. Ya no queda nadie, salvo Faustino Suárez Álvarez, de 45 años, su mujer y sus dos hijos, de 14 y 10 años. Resistió hasta el final: "Veo bien las minas porque beneficia a la empresa y a la gente de aquí, pero para quienes vivimos del campo no es tan bueno. Aquí estaba nuestra casa, aquí nacieron mi mujer y mis hijos, y ahora tenemos que empezar una nueva vida en otro sitio y no sabemos si nos irá tan bien. Nosotros tenemos 25 vacas. Producíamos carne, leche y sidra. Por dinero nunca me hubiera ido. Pero hemos vendido por la presión de los ruidos, que empezaban a ser insoportables".

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