"Balseros" de papel y lápiz

Los nuevos balseros cubanos han sustituido los remos y el chaleco salvavidas por el bolígrafo y el papel. Un año después de que el 2 de mayo de 1995 la Administración norteamericana acordase con Cuba deportar a todos los balseros que fuesen interceptados en alta mar tratanto de entrar ilegalmente en su territorio, 435.725 cubanos han enviado cartas a la Sección de Intereses de Estados Unidos (SINA) en La Habana para participar en el sorteo que otorgará un mínimo de 5.000 visados para emigrar legalmente a Estados Unidos.La cifra duplica la del año pasado., cuando 190.000 cubanos enviaron cartas al SINA, de los que 8.400, incluyendo beneficiarios y familiares, viajaron a Estados Unidos.

El sorteo es una de las formas de repartir el cupo mínimo de 20.000 visados que Estados Unidos, está obligado a conceder cada año a ciudadanos cubanos en virtud del acuerdo migratorio del 9 de septiembre de 1994, que puso fin a la crisis de las balsas.

Estos visados se conceden fundamentalmente en concepto de reunificación familiar, y se otorgan principalmente a aquellos cubanos con familiares en Estados Unidos, ya sean ciudadanos o residentes, y también a aquellos con status de refugiado político. Sin embargo, las autoridades migratorias norteamericanas reservan una cuota de visados para el sorteo, en el que pueden entrar personas que jamás calificarían por vía normal para entrar a EE UU, muchos de los cuales antes se iban en balsa.

Las 435.725 cartas fueron entregadas directamente o enviadas por correo entre el 15 de marzo y el 30 de abril a las oficinas del SINA en La Habana, y ahora serán remitidas a la compañía Statisca, de Washington, que introducirá los datos en computadoras para seleccionar al azar a los ganadores.

Antes de 1994, Cuba y Estados Unidos tenían firmado un acuerdo migratorio en el que se establecía un cupo anual de "hasta 20.000 visados" para los ciudadanos cubanos, pero era raro el año que se concedían más de 3.000, algo que siempre fue criticado por las autoridades de la isla, que mantenían que eso era una maniobra para incentivar la emigración ilegal por balsa.

Tras el acuerdo del 2 de mayo de 1995, más de 200 balseros han sido interceptados en alta mar y repatriados a Cuba, y por ello ahora los potenciales emigrantes han sustituido los remos por el lápiz, confiándose al azar.