Multitudinario homenaje a Cela
Camilo José Cela recibió ayer un homenaje por sus 80 años, organizado por la Fundación Independiente, con una cena de etiqueta a la que asistieron más de 200 personas. Entre los asistentes destacaban el escritor Francisco Umbral, reciente premio Príncipe de Asturias de Las Letras; el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y el secretario de Estado de Cultura, Miguel Angel Cortés. Todos ellos pronunciaron breves discursos durante la cena.
Los invitados fueron repartidos en mesas que tenían los nombres de cada una de las obras del Nobel español. Entre los asistentes se contaban algunos editores, como el director de Alfaguara -la editorial que Cela fundó en 1964-, Juan Cruz, y el editor de Seix Barral, Mario de la Cruz. El secretario perpetuo de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, asistió, aunque el director de la Academia, Fernando Lázaro Carreter, excusó su presencia.El director de la Fundación Independiente, Ignacio Busqueras, destacó la cantidad de adhesiones que había propiciado este homenaje. La Fundación organizó, además de la cena, una serie de concursos y actos entre escolares de todo el país en tomo a la figura y obra de Cela. También se recibieron las firmas y mensajes de varias delegaciones diplomáticas y otras organizaciones culturales y sociales españolas. La Fundación editará un libro conmemorativo de este homenaje con dibujos de Mingote.
"De Cela se dice que escribe bien, pero es que no sabe escribir mal", afirmó Umbral. Miguel Ángel Cortés aprovechó la ocasión para mostrar al autor de La Colmena su afecto y simpatía. "El talento necesita de la simpatía", dijo citando a Dostoievski. Alberto Ruiz-Gallardón dijo del escritor que es "un intelectual de cuerpo entero y alma entera".
El Nobel adoptó un tono más distendido en su agradecimiento. Dijo haber escrito tres discursos, para elegir según el tono de los que le precedieran. Uno protocolario, -Otro lírico-cómico-bailable y un tercero beligerante. Pero, ante la mansedumbre de los que hablaron antes, decidió optar por unas cuantas frases, entre la ironía y la sincera gratitud. Además de referirse a Umbral como su relevo, afirmó: "Un acto como éste demuestra que la literatura española puede tomarse en serio".
