Una región abandonada
La región de Urabá está bañada por el mar Caribe, tiene una selva inhóspita y padece un abandono histórico del Estado que hace decir a muchos estudiosos del problema que la "violencia es la única que aquí hace presencia". Así ha sido, siempre.Aquí, los españoles fundaron la primera población de lo que hoy es Colombia. Fue en 1518 cuando, después de vencer sangrientamente a los indígenas, crearon Santa María del Darién, que luego se perdió y se ganó en batallas sucesivas hasta que las llamas la arrasaron. Hoy es lugar ideal para el tráfico de armas. El Ministerio de Defensa calcula que varios miles de los 70.000 fusiles que se silenciaron cuando cesó la guerra en Nicaragua han pasado por aquí.
Urabá es también una zona de gran importancia económica: se cultivan mil toneladas de banano, que se disputan los comedores de Europa y Estados Unidos y cuya exportación supera los 300 millones de dólares (unos 38.000 millones de pesetas). Pero es en este rincón de Colombia donde, según el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, hay 2.000 muertes violentas al año.
El gobernador de Antioquia, Alvaro Uribe Vélez, máximo responsable del orden público en la zona, pidió la semana pasada soluciones urgentes: "Urabá necesita la presencia de los cascos azules de las Naciones Unidas". De inmediato los militares (hay 1.800 soldados y 400 policías patrullando permanentemente) se sintieron ofendidos, "porque no necesitamos ayuda foránea. Necesitamos más recursos, más tropa", dijo el comandante del Ejército Harold Bedoya.
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