Sanidad será uno de los ministerios mas afectados por la supresión, hoy, de 72 direcciones generales

El segundo Consejo de Ministros de José María Aznar, que se celebra hoy, suprimirá 72 direcciones generales y tres secretarías generales o subsecretarías de la Administración. A ellas hay que añadir dos organismos autónomos con rango de subsecretarías y otros nueve con nivel de dirección general. Es el balance de la reestructuración anunciada por el nuevo Gobierno con la pretensión de reducir el déficit para cumplir los requisitos de Maastricht y dar ejemplo de austeridad. El PSOE contraataca señalando que "se asiste a una monumental operación de imagen, de muy escasa repercusión económica".

La poda en las unidades básicas de la Administración, como son las direcciones generales, es considerable. En enero de 1996, la Administración Central disponía de 280 direcciones generales, que ahora se reducen en 72 unidades, o en 81 si se tienen en cuenta los organismos autónomos asimilados a las direcciones generales.El Gobierno pretende con esta medida marcar una pauta de austeridad en coincidencia con su decisión de recortar en 200.000 millones el gasto, medida que hoy aprobará el Consejo de Ministros. Pero ningún miembro del Gobierno se atreve a cuantificar el ahorro que supondrá la supresión de las direcciones generales.

Ayer, el ministro para las Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, afirmó a este diario que aún es pronto para evaluar la reducción del gasto. A su juicio, habrá, que esperar a que culmine la reforma de la Administración periférica del Estado, el próximo verano. No obstante, adelanta que la supresión de direcciones generales supondrá un ahorro por la eliminación de los gastos corrientes que conlleva, aunque la mayoría de los directores generales sean funcionarios (más del 80%, según el PSOE) y vayan a continuar, por tanto, en la Administración.

Los socialistas han analizado la merma de los primeros organismos reestructurados -Presidencia, Economía y Hacienda e Interior- y calculan que no supera los 30 millones de pesetas. Jesús Caldera, portavoz adjunto del Grupo Socialista, aseguró ayer que se está ante "una monumental operación de imagen, pero sin efectos reales en la reducción del gasto". Insistió en que la inmensa mayoría de los directores generales eliminados (más del 80%) continuarán cobrando de la Administración, al ser funcionarios.

Además de Economía y Hacienda, donde el Gobierno suprime 14 direcciones generales, hay que destacar la drástica reducción de direcciones generales en el Ministerio de Sanidad y Consumo, que queda reducido a tres direcciones generales: Salud Pública, Farmacia y Secretaría General Técnica, informa Lucía Argos. El nuevo Gobierno elimina hoy de un plumazo ocho de las once direcciones generales. Fuentes profesionales han mostrado su asombro por esta decisión en un ministerio que asume actualmente la mayor partida de los Presupuestos y dadas las desigualdades que todavía persisten entre comunidades en la asistencia sanitaria.

El recorte de organismos ha presentado muchas dudas en el Gobierno, especialmente en las secretarías de Estado (17 actualmente). Un caso significativo es el del Ministerio para las Administraciones Públicas, donde estaba prevista, según los planes del Partido Popular, la eliminación de la secretaría de Administración Pública, pero el ministro Rajoy decidió a última hora mantenerla. Su titular será Francisco Villar, ex director genral de Sanidad en la Xunta de Galicia.

Un ejemplo de confusión lo constituye la supresión de la Secretaría de Estado de Asuntos Penitenciarios, que ha quedado reducida a una simple dirección general de Instituciones Penitenciarias. Esta reforma no ha conllevado, sorprendentemente, la destitución de su titular la viceministra socialista Paz Fernández Felgueroso que deberá ser relevada hoy, informa Jesús Duva. Esta eliminación ha traído como consecuencia que estos días no haya habido nadie confirma en los documentos de rutina que afectan a funcionarios y reclusos.

Paralelamente, la Presidencia del Gobierno como organismo visible ha crecido en gasto. No sólo por aumentar de dos a cuatro las secretarías de Estado, sino porque tres de los cuatro nuevos secretarios de Estado no son funcionarios, y los dos anteriores sí lo eran. El nuevo Consejo de Ministros cuenta, además, con dos vicepresidentes y seis ministros no funcionarios, frente al anterior, en el que sólo el presidente del Gobierno y tres ministros no eran funcionarios. El PSOE calcula que el gasto añadido del Consejo ha aumentado de 76 millones a 117.