Pujol responde al Gobierno que hay un pacto sobre política lingüística basado en el sentido común

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, reconoció ayer en Madrid la existencia, de un pacto no escrito con el PP sobre política lingüística. Aclaró que el pacto está basado en el mutuo respeto y en el sentido común. Posteriormente, en Londres, donde pronunció una conferencia en la London School of Economics (LSE) sobre historia de Cataluña, Pujol manifestó: "Nos gustaría que como señal inequívoca de cumplímiento de los pactos no se hicieran ya nombramientos de gobernadores civiles en Cataluñal.

Previamente, en la sesión inaugural de las Cortes, Jordi Pujol aprovechó para apoyar la decisión anunciada por el nuevo vicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato de recortar el gasto en unos 180.000 millones de pesetas.En el curso de la conferencia en la London School, el dirigente catalán explicó las cinco razones por las que se había alcanzado un pacto con el PP: financiación autonómica, profundizar en la privatización de empresas públicas, mantenimiento del Estado del Bienestar, protección de la economía productiva y control del déficit.

El presidente de la Generalitat dio una lección de historia de Cataluña en positivo, en una intervención en inglés que duró una hora. Pujol trazó la semblanza de lo que a su juicio es una nación equiparable a España en el contexto del Estado español, que ha representado siempre a las fuerzas, de, la moderación y el progreso y ha sido abanderada de la causa proeuropea, incluso cuando el resto de España rechazaba esta unión". Refiriéndose al presente, Pujol fue más lejos al atribuir al "nacionalismo catalán moderado" el mérito de haber llevado a los socialistas, "que eran muy de izquierdas", y a los populares, "que eran muy de derechas", al centro.

Los jóvenes, no todos alumnos de la LSE, que llenaban ayer uno de los salones de actos de la escuela para escuchar al presidente de la Generalitat, no quedaron defraudados. En un amplio repaso histórico, Pujol mencionó los casos de Canadá, con sus dos comunidades, "la de los antiguos pobladores franceses", en Quebec, y la de "los antiguos pobladores ingleses", en Ontario, para referirse más tarde a la unión, "no del todo voluntaria" entre Escocia e Inglaterra en 1707. Estados multinacionales como España, surgida como nación a mediados del siglo XV, fruto de la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Este último, una confederación en la que estaban incluidos Valencia, Aragón y Cataluña. La tesis que planteó ayer Pujol es que esa unión se establece en una fase de preponderancia castellana y de debilidad catalana.

En su opinión, los sucesivos avatares de la historia habrían reequilibrado finalmente las fuerzas, y Cataluña, "la única nación del sur de Europa junto con Lombardía" que hizo en su momento la revolución industrial, ha vuelto a tomar el protagonismo que le corresponde en el España. Pujol se entretuvo largamente en la guerra de Sucesión, que marca en España la entronización de la dinastía borbónica y que representó para Cataluña la pérdida de sus derechos.