España come "sensatamente", entre el exceso de Galicia y el sano equilibrio de Valencia
Un estudió nacional establece un nexo entre nutricion y enfermedades degenerativas
Los españoles comemos "sensatamente", según los expertos, porque mantenemos la dicta mediterránea (fruta, verdura, aceite de oliva, pescados ... ): de ahí que seamos el tercer país del mundo en esperanza de vida. El hecho diferencial entre las diversas provincias existe en lo nutricional: mientras los gallegos comen excesivamente, los valencianos lo hacen con equilibrio. El Estudio Nacional de Nutrición y Alimentación 1991, dirigido por Francisco Grande Covián y Gregorio Varela, permite relacionar lo que comemos y la mortalidad por enfermedades degenerativas.
El fallecido Francisco Grande Covián, pionero de la dietética y defensor de la dieta mediterránea, siempre dijo que lo mejor es comer en plato de postre y no en sopero. Desde el punto de vista alimentario, el mayor peligro de padecer tumores malignos, infartos, accidentes cerebrovasculares, arterioesclerosis, úlceras gástricas, diabetes mellitus o cirrosis depende sobre todo de los excesos en la mesa. Así lo indica el Tomo II (el primero fue presentado hace un año) del Estudio Nacional de Nutrición y Alimentación 1991, basado en la Encuesta de Presupuestos Familiares 1990 1991 del Instituto Nacional de Estadística (INE) y en datos nutricionales de 1964, 1981 y 1991. En el estudio colaboran el Ministerio de Sanidad y Consumo y la Universidad Complutense de Madrid."Podemos estar orgullosos, sin pasarnos, de nuestro estado nutricional", dijo ayer en la presentación del estudio Gregorio Varela, catedrático emérito de Nutrición y Bromatología. "No en vano la ciencia internacional se pregunta por qué tardamos tanto en morirnos los españoles. La respuesta está en que, mantenemos en general una dieta mediterránea, no excesiva en calorías ni en grasas saturadas. Es muy positivo el consumo de tomate, de frutas y de verduras".
España y Japón
Si se le habla de hamburguesas, Varela no da mucho crédito a ese masoquismo de pensar que nos están envenenando. España sigue comiendo bastante sensatamente, y ello hace que por ejemplo nuestro nivel de colesterol no sea alto. Hay semejanzas entre Japón y España, como el consumo de pescado, verduras, fruta, no demasiadas calorías, y eso explica que ambos países están entre los tres primeros del mundo en expectativa de vida".Los españoles no comen monocórdemente. "De la encuesta se desprende una extraordinaria diversidad entre provincias", dice José María Martín Moreno, director de la Escuela Nacional de Sanidad. "Hay desde luego hecho diferencial. Y sorpresas: en Asturias, donde no hay arroz, se consume muchísimo arroz con leche; en Extremadura, que no tiene mar, las sardinas son apreciadísimas; en Valencia se comen pocas, naranjas. Eso sí, hay diferencias de hasta 1.000 kilocalorías diarias entre provincias".
"Los polos serían Galicia, por el comer excesivo, y Valencia, por el sano equilibrio", dice Olga Moreiras, colaboradora en el estudio. "Y yo, aunque soy gallega, me temo que hay una relación entre la diversa incidencia en esas dos comunidades de las enfermedades degenerativas". Varela corrobora: "Galicia, y en general el norte de España, igual que Portugal, propende a los accidentes cerebrovasculares".
Según datos de consumo, los españoles toman hoy más leche y derivados, huevos, frutas, carne y embutidos y bebidas no alcohólicas, y menos cereales, azúcar, aceites y grasas, hortalizas, leguminosas y bebidas alcohólicas. El descenso en hidratos de carbono (leguminosas, pan, patatas) implica mayor riesgo de cáncer. Cita Grande Covián, en el prólogo del estudio, que el desarrollo de las enfermedades degenerativas "guarda relación con el consumo de dietas de elevado valor calórico y abundante contenido de alimentos de origen animal".
El estudio abarca datos concretos de las 50 provincias españolas. "Es la primera vez en el mundo que se logra tal pormenorización", dice José Quevedo, presidente del INE. "La fiabilidad científica es indispensable para que la Administración pueda intervenir en nutrición", dice Juan José Francisco Polledo, director general de Salud Pública. "En un terreno donde un día el pescado azul es malo y al otro bueno, o el azúcar, o se polemiza sobre los aceites, la Administración necesita estudios seguros, que las verdades no se nos muevan"
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