Pacto de no agresión entre Rusia, China y tres repúblicas ex soviéticas
Los presidentes de China, Rusia y de los Estados centroasiáticos de Kazajstán, Kirguizistán y Tayikistán firmaron ayer en Shanghai un acuerdo para convertir en una zona de transparencia militar y estabilidad la antigua frontera chino-soviética, un trazado de casi 8.000 kilómetros que, en los años sesenta fue escenario de sangrientas escaramuzas y que se ha mantenido como foco de tensiones. El compromiso es, sobre todo, un pacto de no agresión.
El documento, que regula también la envergadura, periodicidad y localización geográfica de las maniobras supone un paso en el proceso que, en una ulterior etapa, ha de conducir a un acuerdo de reducción de efectivos militares en una franja de 100 kilómetros a cada lado de la frontera. El presidente Yeltsin atribuyó ayer una "importancia única" al documento de Shanghai, ya que en él los países firmantes asumen compromisos que incluyen la renuncia a la fuerza y a la supremacía bélica.A tenor del documento, suscrito con gran pompa en el edificio que fue sede de la Casa de la Amistad Chino-Soviética, los firmantes se comprometen a no utilizar sus tropas para realizar actividades bélicas o amenazadoras y también a intercambiar anualmente información detallada.
En el acuerdo se especifican cifras concretas. Así, por ejemplo, en la. frontera oriental rusochina, donde están los territorios aún en litigio entre los dos países (tres islas en la frontera fluvial y dos tramos en la zona del lejano Oriente), las maniobras militares pueden tener un máximo de 40.000 participantes. En la frontera entre China y sus vecinos de Asia central el contingente permitido es 10 veces menor que en el caso chino-ruso.
Mejor trato a los ilegales
De ahora en adelante, quienes crucen la frontera ilegaImente correrán menos riesgos que en el pasado, ya que los países firmantes del documento no utilizarán "formas inhumanas ni malos tratos" con los infractores.El acuerdo tiene validez indefinida y "no va dirigido en contra de ningún tercer país ni de sus intereses". Los países firmantes quieren depositarlo en la' ONU para dar un carácter oficial al documento, que ha permitido a Yeltsin cerrar brillantemente su viaje oficial a China.
Con excepción del dirigente chino, todos los presidentes hicieron breves alocuciones en ruso. Este idioma, junto con el chino, fue el único empleado en el acto de firma, pese a que las tres repúblicas asiáticas tienen sus propios idiomas oficiales.
En el camino de vuelta a Moscú, Yeltsin visitará hoy Kazajstán, el primer país centroasiático que ha comenzado a jugar sutilmente la carta de China en su política exterior. Ambos países se disponen a reabrir el próximo otoño la línea de ferrocarril Almaty-Pekín, después de reconstruir el tramo fronterizo que fue,destruido durante la congelación de las relaciones chino-soviéticas. Este trayecto de ferrocarril dará a Kazajstán una salida portuaria china para sus mercancías más barata y más rápida que el trayecto a través de Rusia.
Asia central se prepara así para restablecer la antigua ruta de la seda, en la que se integra la línea férrea entre Teherán y Tashkent, que se inaugurará este verano y que permitirá unir la capital iraní con China vía Uzbekistán y Kazajstán, dejando a Rusia completamente al margen.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.