Hay similitudes genéticas entre el prión de las 'vacas locas' y el de la encefalopatía humana
Un nuevo estudio abre serias cuestiones sobre el contagio entre especies
Científicos de la Universidad de Oxford han encontrado similitudes genéticas clave entre el prión (agente infeccioso) que causa la enfermedad de las vacas locas y el de la versión humana de la encefalopatía espongiforme -síndrome de Creutzfeldt-Jakob (CJD)-. El descubrimiento puede agitar más aún la industria ganadera europea, después del embargo establecido por la UE al vacuno británico. La similitud identificada parece jugar un papel importante en la transmisión de las encefalopatías espongiformes y levanta serias cuestiones sobre el posible contagio entre especies.
En el cerebro de personas, ganado y otros animales hay una proteína natural cuya función exacta se desconoce y que, cuando tiene ciertas alteraciones en su estructura se convierte en un monstruo, un agente infeccioso denominado prión con la propiedad de convertir en patógena la proteína normal al entrar en contacto ella.Este proceso de conversión se basa en que la proteína normal y el prión tienen una estructura similar en cada especie, lo que significa que la transmisión entre especies con estructura prión proteína diferente es poco probable. Los priones parecen ser los agentes responsables de las encefalopatías espongiformes, como la enfermedad de las vacas locas (BSE) o el CJD.
La proteína en cuestión del ganado vacuno es, en términos generales, más parecida a la de las ovejas que a la de las personas. Esto es normal ya que ovejas y vacas están próximas en términos evolutivos e igualmente distantes de los seres humanos. Pero ahora se ha visto algo más. Los científicos de Oxford, incluido T. R. E. Southwood, antiguo miembro de la comisión asesora del Gobierno británico sobre la enfermedad de las vacas locas, han descubierto que estas proteínas de vacas y personas comparten dos rasgos distintivos en su estructura que están ausentes en la proteína de oveja.
Profundas implicaciones
Las probabilidades de que esto se deba a una simple coincidencia son de una en 10.000, aproximadamente. Es más, ambos rasgos (unos cambios en un aminoácido en la estructura de la proteína) parecen estar implicados en la transmisión de la enfermedad. Los científicos publican hoy su descubrimiento en la revista Nature.Las implicaciones pueden ser profundas. Desde hace más de 200 años, las ovejas, sufren de vez en cuando una enfermedad denominada scrapie, una encefalopatía espongiforme, similar a la enfermedad de las vacas locas y al CJD, pero nunca se ha establecido una conexión entre el scrapie y el CDJ. Hasta ahora ni un solo caso de la enfermedad en humanos ha podido ser atribuido al consumo de ovejas infectadas.
La situación es diferente en las vacas: la aparición de la encefalopatía espongiforme en estos animales se debe a la incorporación, en los años ochenta, de restos de carne de oveja a la alimentación del ganado vacuno.
Esto indica que la proteína clave es suficientemente parecida en ambas especies para que el prión de scrapie convierta en patógenas las proteínas de la vaca provocando la BSE. Sin embargo, el prión de oveja es suficientemente diferente de la proteína humana para convertirla en patógena y desencadena el CJD.
Esto podría sugerir que, puesto que jamás una persona ha resultado infectada por comer carne de oveja, tampoco supondría una amenaza comer tejidos de vaca loca, dado que las proteínas de ambas especies son muy similares, y diferentes de la humana.
Sin embargo, aquí llega el último descubrimiento, el trabajo de los científicos de Oxford. Es cierto que los priones de oveja y vaca son más parecidos entre sí que ambos de la proteína humana, pero tal vez hay otro punto clave para la transmisión entre especies y puede estar en ciertas partes del prión, no en toda su estructura,
El hecho de que el prión humano y el de vaca compartan una característica determinante que no está en el prión de oveja levantan dudas acerca de la pregunta más importante que los científicos se hacen ante la enfermedad de las vacas locas: ¿Pueden las vacas que han contraído la encefalopatía espongiforme transmitir la enfermedad a los humanos?
Copyright Nature News Service
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