El presidente de Castilla y León pide autonomía fiscal para las comunidades y no una mera cesión

Juan José Lucas, el presidente de Castilla y León, dijo ayer en León, durante el Día de la Comunidad, que la lógica del sistema autonómico exigiría que el Estado y las regiones recaudaran y gastasen según las competencias que les correspondan. "La transformación del sistema de financiación no pasa por la mera cesión de un tramo del IRPF Tal fórmula no es sino una respuesta tremendamente escasa, que ni siquiera premia el esfuerzo fiscal. La verdadera corresponsabilidad implica que el ciudadano sea capaz de percibir qué Administración le exige impuestos y qué servicios le presta con ellos. Conseguirlo implica también saber armonizar la autonomía fiscal y la solidaridad" advirtió.

A juicio del presidente de la Junta castellano-leonesa, gobernada por el Partido Popular (PP), la autonomía fiscal "exige un proceso de descentralización de ingresos capaz de transferir recursos tributarios desde la Administración central a las autonomías para disminuir las transferencias estatales".Lucas manifestó que para conseguir esto es preciso contar con impuestos autonómicos específicos. "La parte principal de los ingresos autonómicos vendría así configurada por un impuesto autonómico sobre la renta a través del establecimiento en el IRPF de dos tarifas compensadas, la estatal y la autonómica, con plena capacidad de las comunidades para establecer la presión fiscal que consideren oportuna para sus ciudadanos, según los servicios que pretendan ofrecerles y sin que suponga que tengan que pagar más que ahora".

"A este impuesto autonómico, sobre la renta", prosiguió Lucas, "se añadiría un impuesto autonómico sobre el consumo basado en la cesión de la fase minorista del IVA. Por último, la transferencia de diversos impuestos especiales completaría este esquema básico". "Naturalmente, la gran complejidad de todos estos cambios apunta hacia un dilatado horizonte de ejecución", puntualizó.

Para Lucas, la capacidad normativa autonómica de este sistema no sólo supondría un decisivo avance hacia "la corresponsabilidad fiscal efectiva, sino que permitiría adaptar los recursos impositivos a las peculiaridades de cada comunidad". "Ello implica", apostilló, "reformar, a veces sustancialmente, alguno de los condicionantes actuales".

Lucas citó como ejemplo que sería preciso revisar los criterios del domicilio fiscal en algunos impuestos, como el de la renta o el de sociedades: "Nos encontramos con numerosas empresas que, obteniendo todos sus ingresos, o una parte sustancial de ellos, en Castilla y León, se encuentran domiciliadas y tributan, fuera". Según él, habría que "contar con un amplio juego en las deducciones de los impuestos, de manera que faciliten las políticas de cada territorio". Así, indicó que sería de extrema importancia disponer de incentivos fiscales propios para promover el mecenazgo privado y las inversiones en el patrimonio histórico.

Todo ello sólo sería una de las caras de la corresponsabilidad, apuntó Lucas, que situó la otra en la solidaridad interterritorial. "Únicamente combinando ambas se puede alcanzar un modelo financiero estable", matizó. "Aquellos territorios cuyos ingresos ordinarios no alcancen el nivel suficiente como para ofrecer a sus ciudadanos un nivel de servicios similar a la medida nacional deben contar con los imprescindibles mecanismos de compensación. De momento, esto se debe buscar con los instrumentos existentes: una mayor dotación de los fondos de compensación (FCI) o la puesta en marcha de los de nivelación prevista por el artículo 15 de la LOFCA son, a, este respecto, unas demandas ya conocidas", dijo.

"En la concepción definitiva del modelo de financiación autonómica", continuó, "habría que irse a un único fondo de nivelación, nutrido por los excedentes de los territorios más ricos y distribuido entre los de menor renta, según unos criterios de equidad aceptados por todos. Todo este sistema no es nuevo. Su parte fundamental es contemplada por el Libro Blanco sobre la financiación autonómica que el Consejo de Política Fiscal y Financiera encargase hace ahora dos años". Además, según Lucas, se añadiría una mayor participación autonómica en los fóndos de solidaridad de la Unión Europea, especialmente en los de cohesión.

El presidente castellano-leonés reflexionó igualmente sobre lo que denominó "autonomismo asimétrico" y dijo que el "Estado autonómico es la garantía del hecho diferencial respectivo. El desarrollo autonómico se concibe no como la solución de un problema técnico, sino como un largo y complejo problema político donde la reclamación de competencias se argumenta como la petición de unas facultades de actuación consideradas imprescindibles para la afirmación y el desarrollo de la propia personalidad".

"Por esta razón", concluyó, "suscitan cierto recelo los planteamientos de corte federalista o igualitarios por considerarlos no acordes con la pluralidad cultural social y lingüística de España, que. reclamaría, por su propia naturaleza, un desarrollo asimétrico del Estado de las autonomías que contemplase debida y singularmente estas personalidades diferenciadas".