Gritos por la segregación de León

El Día de la Comunidad, celebrado ayer en León, se vio empañado por unos 2.000 manifestantes, que, con lazos negros, banderas leonesistas y pancartas, pidieron a gritos en el exterior de la iglesia de San Marcos, donde se desarrolló la fiesta institucional, la autonomía para esta provincia.Los participantes en la concentración, convocada por Unión del Pueblo Leonés (UPL), quemaron un castillo de cartón-piedra de unos tres metros con la bandera de la comunidad castellano-leonesa y una cabeza que simbolizaba la de Juan José Lucas.

El momento de mayor tensión se produjo cuando media docena de cargos electos de UPL, que asistían al acto institucional, intentaron en vano desplegar en la iglesia, durante el discurso de Juan José Lucas, una gran pancarta púrpura que rezaba: "León es región, autonomía ya".

En la plaza de San Marcos confluyeron además de los militantes y simpatizantes de UPL, algunas decenas de mineros que reclamaban la venta del mineral nacional y no del de importación, y centenares de padres de alumnos de distintas comarcas de León afectados por la ESO. Algunas de las pancartas se referían al caso Biomédica y a Martín Villa, político leonés del PP, al que calificaron de "traidor".

Simultáneamente, en Villalar (Valladolid), donde en 1521 las tropas de Carlos V derrotaron a las comuneras, más de 5.000 personas reclamaron una autonomía efectiva para Castilla y León.

El secretario regional de los socialistas, Jesús Quijano, además de recordar al funcionario de prisiones secuestrado por ETA, José Ortega Lara, calificó como "servilista" el funcionamiento de la Cámara autonómica. Antonio Herreros, coordinador de IU, pidió una autonomía fuerte "que aúne voluntades y posibilite un aumento del empleo" en el territorio.