Oscuridad en Damasco

( ... ) Israel ha afirmado repetidamente que si hubiera un fin garantizado de toda acción de Hezbolá contra Israel estaría dispuesto a retirarse de la zona de seguridad que ocupa en el sur de Líbario. Para que fuera convincente, tal garantía debería ser suscrita por el hombre que esgrime el máximo poder en Líbano, Hafed el Asad, el presidente de Siria. Con unos 35.000 soldados sirios y quizás Ún millón de civiles en Líbano, Asad no carece de poder para poner freno a Hezbolá. ( ... ) Asad es un dictador muy astuto, cada uno de cuyos movimientos está condicionado por su determinación a mantenerse en el poder. Después de la muerte de su hijo mayor necesita tiempo para preparar a su segundo hijo para la sucesión. Pero muy poco se sabe en Washington y en Israel sobre lo que calcula que será mejor para servir a este propósito. Un acuerdo de paz con Israel sobre los Altos del Golán sería genuinamente popular, peto esta paz traería como resultado demandas de más libertad en casa. Asad quizás crea que un estado continuado de guerra con Israel, que podría usar para justificar su draconiano poder, sea menos arriesgado.( ... )A no ser que Asad controle a Hezbolá, su reputación como promotor del terrorismo y enemigo de la paz permanecerá. Si desea ser visto, de otra manera, debe comenzar a tener en cuenta los legítimos intereses de seguridad de Israel, hoy en Líbano, y por último, en los Altos del Golán.

22 de abril