El G-7 y Rusia piden un inmediato alto el fuego

El grupo de los siete países más industrializados (G-7) y Rusia hicieron ayer una declaración conjunta sobre la crisis de Oriente Próximo en la que llamaron a un inmediato alto el fuego. Los líderes de estas naciones, reunidos en Moscú para participar en la cumbre sobre seguridad nuclear, enfatizaron la necesidad de coordinar los esfuerzos para buscar una solución política, y con este fin los ministros de Exteriores de EE UU, Francia, Italia y Rusia se reunirán hoy en Damasco, la capital siria. "Sólo con métodos políticos se puede garantizar una sólida solución a esta crisis que permita reanudar el proceso de paz", dice la declaración aprobada anoche por los líderes de Alemania, Canadá, EE UU, Francia, Reino Unido, Italia, Japón y Rusia.

Los participantes en la cumbre de Moscú consideran que hay que dar la posibilidad de vivir en paz y seguridad a la población de Líbano e Israel, y subrayan que "nadie debe poner obstáculos en este camino o impedir avanzar hacia la paz en toda la región". Los bombardeos israelíes en Líbano fueron el tema central planteado por el líder ruso, Borís Yeltsin, en las reuniones bilaterales de ayer, previas a la cumbre sobre seguridad nuclear que se inaugura hoy en el Kremlin."La operación militar israelí en territorio libanés debe cesar inmediatamente. Hay que poner fin a la masiva violación de la soberanía de Líbano, que conduce a una verdadera catástrofe humanitaria en ese país", declaró Yeltsin, agregando que, por supuesto, también hay que garantizar el cese de los lanzamientos de cohetes Katyushas contra el norte de Israel.

El líder ruso decidió enviar urgentemente a Oriente Próximo a su ministro de Exteriores, Yevgueni Primakov, que se entrevistará con los dirigentes de Siria, Líbano e Israel. En Damasco se reunirá con sus homólogos de EE UU, Francia e Italia con el fin de "examinar conjuntamente cómo implantar un alto el fuego y hacerl propuestas para un acuerdo que ponga fin a la actual crisis".

Horas antes de la declaración conjunta, un alto funcionario ruso había adelantado que "los encuentros bilaterales de Yeltsin con los dirigentes del G-7 demuestran que los enfoques de Rusia y de sus interlocutores ante la situación libanesa coinciden en principio". La fuente señaló que todos están de acuerdo en que la normalización de la situación pasa por el desarme de Hezbolá y la retirada de Israel del sur de Líbano.

Yeltsin aprovechó ayer su reunión con el primer ministro británico, John Major, para reafirmar la oposición de Moscú a la ampliación de la OTAN. "Rusia está dispuesta a elaborar una colaboración práctica con la OTAN, pero se opone categóricamente a la expansión de este bloque político-militar hacia el Este y al acercamiento de su infraestructura militar a las fronteras rusas", dijo.

Yeltsin espera sacar el mayor provecho político de esta cumbre y trata de presentar a Rusia ya como miembro del club de los grandes y dar la impresión de que es íntimo amigo de los líderes occidentales. Así, al recibir a Major, dijo, tuteándolo: "Te saludo a tí y a tus correligionarios que han venido al encuentro de los ocho sobre el más importante problema. del mundo, la seguridad nuclear".