Westendorp lamenta los "excesos no controlados" del Estado hebreo

Carlos Westendorp afirmó ayer que en los ataques de Israel a Líbano se producían "excesos no controlados", dando a entender así que los halcones del Gobierno de Simón Peres estaban imponiendo su lógica, y añadió que "hay extremismo en ambas partes", la árabe y la israelí. El Gobierno español expresó, por su parte, su "horror y consternación" por la matanza de 101 refugiados, el jueves en el sur de Líbano, por bombas israelíes.El ministro español de Asuntos Exteriores en funciones, que asistió a la presentación del último libro de otro antiguo responsable de la diplomacia española, Fernando Morán, dijo también que prefería pensar que los recientes bombardeos no estaban condicionados por el deseo de Peres de ganar las elecciones convocadas para el 29 de mayo.

El jefe de la diplomacia española echó un capote a su homólogo francés, Hervé de Charette, que a principios de semana viajó a Oriente Próximo para tratar en vano de lograr un alto el fuego entre Israel y sus enemigos islamistas. La mediación fue muy criticada entre los socios comunitarios, porque socavaba la unidad de acción de la incipiente política exterior de la Unión Europea (UE), pero Westendorp recordó que "cada Estado miembro puede actuar por su cuenta si lo considera necesario".

En opinión de la diplomacia española la iniciativa francesa se debió a la pasividad de la actual presidencia italiana de la UE. La ministra de Exteriores de Italia, Susanna Agnelli, viajó ayer a Israel tras invitar a acompañarla a los dos otros miembros de la troika, Westendorp y el irlandés Dick Spring, pero el anuncio fue tan precipitado que ninguno pudo sumarse a la expedición. En Jerusalén se encontraban, sin embargo, dos altos funcionarios español e irlandés que continuarán el periplo con Agnelli.

"La anterior presidencia italiana, en 1990, se asemejó a un autobús con los hermanos Marx al volante, pero la actual es como un vehículo que condujeron los hermanos Marx, pero sin nadie que lo dirija ya", ironizó un diplomático español.