EE UU hace responsables a Irán y a Hezbolá de la situación

"Los ataques de Hezbolá han desencadenado esa situación", afirmó ayer Glyn Davies, portavoz del Departamento norteamericano de Estado, quien acusó a Irán de ser el principal patrocinador de las actividades de ese grupo guerrillero. Davies calificó de "terrible tragedia" el bombardeo de una ambulancia en Líbano el pasado sábado, en el que murieron cuatro niñas y dos mujeres, pero no criticó la actuación de Israel ni pidió a ese país moderación. Para el portavoz del Departamento de Estado, la violencia en el norte de Israel se debe únicamente al disparo de proyectiles por parte de Hezbolá, un grupo guerrillero fundamentalista musulmán apoyado por Irán y Siria."Sería importante que aquellos que, en mayor o menor medida, tienen una influencia sobre Hezbolá, la utilicen para convencerles de que esos ataques son peligrosos para la paz y, que deberían pararlos", añadió.

El portavoz subrayó que el Departamento de Estado apoya los esfuerzos del ministro francés de Asuntos Exteriores, Hervé de Charette, que se encuentra en Israel, a favor de la paz en la región. Anunció que el secretario de Estado, Warren Christopher, que participa en la gira asiática del presidente de EE UU, está preparando una iniciativa de paz para la región, aunque rechazó facilitar detalles de la nueva estrategia diplomática estadounidense.

Peres no quiere presiones

Aunque el primer ministro israelí, Simón Peres, desearía terminar la guerra en Líbano lo antes posible, no puede permitirse el lujo de sentirse presionado para suspender los ataques sin que Hezbolá detenga antes los suyos. Con su peculiar habilidad para mezclar churras con merinas en una misma frase, el primer ministro israelí advierte que "aún es demasiado pronto para negociar" y que Israel no va a tomar la iniciativa, para añadir a renglón seguido: "Si nos presentan propuestas serias, las examinaremos". Peres insiste en que no busca la victoria, sino asentar "la seguridad a ambos lados de la frontera".Mientras tanto, en Kiryat Shmona, la ciudad más importante de esta zona del norte de Israel, los daños causados por los Katyushas de Hezbolá afectan a más de 200 edificios, incluidos varias escuelas y un hospital.

La puntería de Hezbolá es cada vez menos precisa, pero los jeques del Partido de Dios se han apresurado a anunciar el despliegue de dos centenares de comandos suicidas para atacar objetivos israelíes aunque se encuentren fuera de Oriente Próximo. Los servicios de seguridad israelíes han tomado en serio la amenaza.