El sector agrario denuncia irregularidades en el comercio del vino

Las organizaciones agrarias Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) y la Confederación de Cooperativas Agrarias han puesto en marcha una ofensiva encaminada a denunciar lo que consideran una sitación anómala en el mercado del vino, dominado por las importaciones, las irregularidades e, incluso, los fraudes en la comercialización.

El sector agrario solicita a los industriales el cese total de la compras en el exterior, reclaman de la Administración central y autonómica un mayor control sobre los vinos comercializados para evitar el actual deterioro y las irregularidades cometidas por los industriales y, finalmente, piden a la Comisión en Bruselas que adopte las medidas necesarias para el restablecimiento de la preferencia comunitaria, normalizar los mercados y evitar el arranque masivo de viñas. COAG ha anunciado movilizaciones en varios puertos contra la importación.Medios agrarios han calificado como "muy grave" la actual situación del mercado del vino ante la caída de la demanda, debida a la deficiente calidad de una parte del vino de mesa que se ofrece al consumidor. En el último año, el descenso de ventas habría sido superior al 12%.

Los problemas en el sector del vino se han desatado en la última campaña, como consecuencia de una cosecha baja, de solamente 19 millones de hectolitros, de los que 10,5 millones fueron vinos de mesa. La subida de precios en origen en el mercado interior y las posibilidades abiertas por el acuerdo GATT, hicieron que los industriales realizaran en ese periodo unas importaciones oficiales de 2,5 millones de hectolitros de vino y de 1,7 millones de hectolitros de mostos con un claro predominio de vino argentino.

Esta avalancha de compras en el exterior dio lugar a una paralización de las ventas nacionales. Los industriales justificaron las importaciones por los precios altos del mercado nacional, 540 pesetas por hectogrado frente a las 440 pesetas en Argentina. Para el sector, ese precio es muy inferior al que reciben los agricultores en el resto de la UE sin que en esos países dominen las importaciones. Hoy, los precios son de 500 pesetas por hectogrado.

Las organizaciones agrarias denuncian el negocio fácil que está provocando esta situación para los industriales ante la permisividad de actuaciones irregulares por parte de las diferentes Administraciones. Entre otras irregularidades, las organizaciones agrarias denuncian la circulación de vinos sin el correspondiente documento de transporte, la vinificación de uvas de mesa, la desproporción entre la importación y el vino que luego se vende como tal al consumo. Es significativo que las mayores importaciones sean de vinos blancos y la venta sea mayor de tintos, señalan las organizaciones. El sector denuncia irregularidades en el etiquetado al no figurar siempre la procedencia del producto, la vinificación de mostos importados, las compras ficticias de uva para ajustar los libros de registro en las bodegas y el desajuste entre la graduación y el volumen del vino que se vende respecto a lo que figura en el envase.

Baja calidad

Igualmente se teme que mucho del vino importado con 12% se rebaje en España y se estabilice artificialmente. Consecuencia de todo ello seria un vino de mesa al consumo de baja calidad donde el objetivo principal de la distribución es el bajo precio, pero que está provocando un retraimiento de la demanda. En todas o en algunas de estas prácticas se hallarían implicadas, según fuentes de las organizaicones agrarias, las bodegas más importantes como García Carrión, Cejema, Casa, López Morena, Solís, Bodegas y Bebidas o Román Cantarero.Con el fin de atajar esta situación, el pasado mes de marzo llegaron a un compromiso productores y la asociación Avimes, que agrupa al 70% del vino de mesa comercializado, por el que los industriales se comprometían a comprar hasta el 30 de mayo 50 millones de litros en el mercado nacional y otros 100 millones hasta fin de año. Este acuerdo no fue suscrito por López Morena y Bodega y Bebidas. Fuentes de Avimes señalan que han dejado de importar y que han comprado ya 20 millones de litros. En medios agrarios la lectura del acuerdo no es tan positiva y se intuye que otros grupos industriales siguen utilizando vino de importación.