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Leve optimismo sobre la reconstrucción de Bosnia en el encuentro de donantes

Xavier Vidal-Folch

La reconstrucción de la antigua. Yugoslavia no sólo es posible, sino que, entre amenazas, ya ha comenzado. Ésta era ayer la sensación dominante entre los representantes de 55 países y 19instituciones internacionales que iniciaron la segunda Conferencia de Donantes. Surgía de la evaluación de los resultados cosechados tras la conferencia de diciembre. España anunciará hoy la entrega de 1.250 millones de pesetas.

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El contrapunto fue la ausencia de la delegación serbobosnia, que rechazó estar incluida en una delegación bosnia. Exigió una separada. Ello no impedirá que la ayuda acabe llegando a sus ciudadanos, decían todos. Pero en voz baja reconocían que el Gobierno de Pale "no recibirá ni una peseta", mientras siga enfeudado al extremista Radovan Karadzic.El mediador Carl Bildt fue todavía más lejos: Karadzic no recibirá más dinero que el necesario para "sufragar los gastos" de su estancia en prisión cuando se le entregue al Tribunal de La Haya, dijo. Los diplomáticos imputan a las instrucciones de este presunto criminal de guerra la ausencia del primer ministro serbobosnio Rajko Kasagic. Algunos esperaban aún que acuda a la sesión solemne de hoy.

El incidente no apagó el tenue optimismo reinante entre los altos funcionarios sobre la reconstrucción. Se basa en la esperanza -mañana se comprobará, si es fundada- de que se recolectarán los fondos suficientes. Y en un hecho: la aplicación "bastante aceptable" de los compromisos de la primera Conferencia, celebrada en diciembre. Del total de 600 millones de dólares (unos 75.000 millones de pesetas) entonces comprometidos, se ha depositado ya un 70%. Se ha gastado menos, pues los programas de rehabilitación (construir un hospital o una central eléctrica) tardan más en aplicarse que los de ayuda humanitaria. Pero el diseño de los programas va avanzando. Corren a cargo de una quincena de grupos sectoriales (agua, residuos, electricidad, transportes, carretereras, aeropuertos, ferro

carriles, desminado, educación, vivienda...) que agrupan a organismos internacionales y a poderes locales.El patito feo es el desminado. Es grave. "En Bosnia hay más minas que personas", dijo la representante del Banco Mundial, Christine Wallach. A los donantes no les entusiasma este proyecto, que sólo ha recogido once de los 70 millones de dólares necesarios. Apenas ofrece contrapartidas de imagen. Educación y Sanidad tam

poco hallan muchos patrocinadores. Los planes más surtidos de financiación son los de infraestructuras: son básicas para reenderezar un país; hay experiencias pasadas; generan empleo; producen efectos automáticos en el bienestar de la población (como el restablecimiento del agua o la calefacción) y los Gobiernos pueden alardear de contribuir a una obra tangible.El plato fuerte de la conferencia lo servirán hoy los ministros cuando entreguen a los organizadores -Banco Mundial y Comisión Europea- una ficha en la que comprometerán su aportación para este año. Se espera recoger 1.200 millones de dólares, adicionales a los 600 millones recaudados en diciembre y que forman parte de un paquete que debe ascender a los 5.100 millones de dólares en tres o cuatro años. A ellos habrá que sumar la renegociación y eventual condonación de la deuda exterior de Bosnia-Herzegovina (que asciende a 3.234 millones de dólares).

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Aparte de su contribución a través del presupuesto de la Unión Europea, España anunciará hoy una aportación de 10 millones de dólares para este año. La presencia española se concentra sobre todo en la región de Mostar. También la privada, donde han iniciado sondeos o actividades las empresas Detecsa (demoliciones), Huarte (construcción), el Consejo Regional de Empresarios de Aragón (con cursos de formación para pequeñas y medianas empresas) y Aguas de Barcelona. También Alcatel y Amper (telecomunicaciones) están entrando en este mercado.

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