Arrabal reivindica "el desorden amoroso y transformador de las cucarachas"

Investido él mismo de la condición de dios menor, Fernando Arrabal reivindicó ayer en el centro KoIdo Michelena de San Sebastián el desorden amoroso y transformador de las cucarachas frente a la vida asexuada de las hormigas, en una conferencia en la que proclamó el fin de los "titanes" totalitarios y auguró la llegada de un nuevo renacimiento filosófico, teatral y poético. A tono con el actual momento de la historia, que él juzga formidable, Arrabal exhibió un estado anímico envidiable.Provocador, antes, durante y, después del acto, irreverente siempre, el polémico escritor reclamó la ambigüedad, la ambivalencia y el hedonismo. Dijo que estamos viviendo "un momento de creatividad shakesperiana, el momento de la ambigüedad del homosexual cervantino, y se definió a sí mismo como "un ateo que reza por las mañanas con la esperanza de creer algún día en Dios".