Michel Domínguez rompe con Amedo
El ex policía Michel Domínguez se aparté, ayer por primera vez de la estela de su ex jefe, José Amedo. Domínguez, que siempre había respaldado las declaraciones de su inmediato superior en el caso GAL, ante los jueces o ante el Ministerio del Interior, se ha desmarcado ahora de manera significativa al no apoyar en su comparecencia ante el juez Eduardo Móner la nueva versión que facilitó el jueves Amedo. Domínguez ratificó punto por punto lo dicho en diciembre de 1994 y reconoció que su esposa, Alicia Sánchez, recibió de funcionarios de Interior sueldos mensuales de alrededor de medio millón de pesetas y cuatro entregas en Suiza que totalizaron 100 millones para él y otros tantos para Amedo.
Domínguez esta vez no hizo el coro. Si Amedo afirmó el jueves que el secuestro de Segundo Marey no fue un error, en contra de sus propias declaraciones anteriores, Domínguez puntualizó que no sabe nada de eso, porque él sólo intervino en la última parte del secuestro. Su versión es que conoció a Amedo el 13 de diciembre de 1983 -Marey fue secuestrado el día 4 y liberado el 14- y que fue Julio Hierro, jefe de la Brigada de Información de Bilbao, quien le encomendó que tranquilizase a la víctima hablándole en francés y que tradujera a ese idioma el comunicado de los GAL en el que se reivindicaba la acción.Si Amedo señaló el jueves que los 350 millones que él y su compañero tienen en Suiza fueron facilitados por empresarios vascos, Domínguez afirmó ayer que ignora esa circunstancia, que Amedo no se lo comentó nunca, y que él estaba en la cárcel cuando se produjeron los pagos, por lo que desconoce el origen del dinero. Lo único que sabe, alega, es que entre agosto de 1988 y septiembre de 1991 su mujer recibió sobres mensuales que le entregaba Juan de Justo, secretario del entonces secretario de Estado de Seguridad, Rafael Vera, que contenían cantidades que oscilaban entre 400.000 y 600.000 pesetas, para él y para Amedo, como compensación por los gastos que la privación de libertad les ocasionaba. Y que, a partir de septiembre de 1991, quien recogía los sobres era María Ángeles Acedo, la mujer de Amedo.
Origen desconocido
Respecto al dinero que ambos ex policías tienen bloqueado en Suiza, Domínguez aseguró, ratificando la declaración de su mujer, que cuando no aceptó que le facilitasen una casa, Vera decidió entregarles varias cantidades de dinero, para lo que tenían que abrir cuentas bancarias en aquel país. Las dos mujeres se trasladaron a Ginebra y abrieron sendas cuentas en1a sucursal que la Unión de Banques Suisses tiene en el Centro Internacional de Conferencias de Ginebra, en la calle Barrende número 15. Los números de las cuentas son: 562618 K B, la de la mujer de Domínguez, y 562619 KG, la de la mujer de Amedo. En cuatro ocasiones, el 31 de octubre de 1989, ¿122 de diciembre de 1989,. el 25 de septiembre de 1990 y el 4 de febrero) de 1991, les fue entregado un maletín con 50 millones, cuyo origen Domínguez dice que desconoce. Ambas ingresaron el dinero en aquellas cuentas. El comisario Aníbal Machín y el teniente coronel Félix Hernando lucieron las tres primerás entregas, mientras que la última la efectuó Juan de Justo, con Rafael Yuste como testigo.Domínguez sostiene que aparte de los 100 millones entregados por funcionarios de Interior, en su cuenta hay otros 90 millones que son de su mujer y que pretende recuperarlos.
Respecto ala reunión que mantuvo con el juez Baltasar Garzón el 22 de abril de 1993, antes de que el magistrado pasase a figurar como número 2 en las listas del PSOE por Madrid, Domínguez dijo que efectivamente se produjo,. que fue una conversación privada de la que no se levantó acta, y se negó a revelar su contenido. Sobre esta reunión se había mostrado interesado el catedrático Manuel Cobo del Rosal, defensor de Rafael Vera, al parecer con la intención de plantear una nulidad de actuaciones en el caso GAL.
Fuentes de la Audiencia Nacional aseguraron ayer, sin embargo, que esa reunión no sería base de. ninguna nulidad, pues el Supremo tiene establecido que lo que no figura en el sumario es como si no existiera. Interpretan que Cobo buscaría desacreditar a Garzón argumentando que sería moralmente inadmisible que el juez hubiera pasado a respaldar al PSOE sabiendo por aquella reunión- que Interior había creado los GAL.
Michel Domínguez tiene un carácter callado y tranquilo y huye del protagonismo que busca siempre Amedo. Hasta ahora ambos habían compartido la suerte: en los GAL, en la prisión, durante el juicio y al plantear sus reivindicaciones ante Interior. Al salir en libertad condicional, sus costumbres los distanciaron. Ahora, cuando Amedo dice que el dinero bloqueado en Suiza procede de empresarios vascos, Domínguez se desmarca y rompe con su ex jefe, aunque mantienen el mismo abogado, Jorge Manrique.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- José Amedo Fouce
- Caso Segundo Marey
- Fondos reservados
- Michel Dominguez
- Tribunal Supremo
- GAL
- Tribunales
- Gobierno
- Lucha antiterrorista
- Casos judiciales
- Poder judicial
- Seguridad nacional
- Administración Estado
- Grupos terroristas
- Finanzas públicas
- España
- Administración pública
- Política
- Finanzas
- Proceso judicial
- Defensa
- Justicia
- Terrorismo Estado
- Terrorismo