Nuria Espert vuelve a Garcia Lorca

Nuria Espert se vuelve a llenar de Lorca como en otras etapas de su vida. Tras un año de dolorosa incertidumbre acerca de su futuro -provocada por la muerte de Armando Moreno, su director de teatro preferido, además de empresario, compañero y marido durante cuatro décadas-, hoy estrenacomo directora escénica una versión coreográfica de Yerma realizada y bailada por Carmen Cortés. Dentro de unas semanas estrenará, como actriz, el último bombazo teatral de Lluís Pasqual. Una aventura lorquiana, de título desconocido, coproducida por el teatro Odéon de París y el Centro Dramático Nacional.

Desde el 30 de octubre de 1994, es la primera vez que habla de cuestiones que no sean profesionales. "Trabajar ayuda muchísimo a no estar tan triste, a no pensar demasiado en lo que te falta, lo bueno del trabajo es que te obliga a pensar sólo en lo que tienes", dice Espert. Aún no ha empezado a hablar, sólo ha respondido a cómo se encuentra, y la figura de Armando Moreno ya lo llena todo. Hasta esa fecha mencionada, en la que Moreno murió de un fallo cardiaco, Nuria Espert compartió con aquel hombre atractivo y bondadoso cuarenta años de matrimonio, docenas de espectáculos, dos hijas (la actriz Nuria Moreno y la productora teatral Alicia Moreno) y toda una vida... Fue imprescindible compañero de trabajo con el que pergeñó todo tipo de proyectos que convirtieron a Moreno en su director escénico, manager, productor, gerente y, en más de una ocasión, en la mano impulsora y empujona que lanzaba a Espert a nuevos territorios a los que ella tenía miedo.Todos dicen que Espert es hoy una internacional y prestigiada directora de teatro y ópera porque él, lleno de confianza en las capacidades de la que sólo había sido actriz hasta entonces, la obligó con sus buenas artes a adentrarse en el nuevo oficio. Espert ha comentado en más de una ocasión que cuando llegó la primera oferta, dirigir a Glenda Jackson y Joan Plowright en La casa de Bernarda Alba en Londres, ella contestó "no". Él apenas le habló, durante días, hasta que depuso su actitud.Terreno transitado

Ha pasado más de un año y 1996 la devuelve a un territorio muy transitado por ella. El de Federico García Lorca. Primero como directora escénica de una coreografía de Yerma, obra considerada por Espert como la más importante de su vida, creada por la bailarina Carmen Cortés, con música de Gerardo Nuñez, que hoy se estrena en el Teatro Auditorio de Cuenca.

Dentro de unas semanas estrenará un proyecto que la devuelve a los escenarios, como actriz, de la mano de uno de los dioses internacionales de la escena, el director Lluís Pasqual, profundo conocedor de la obra lorquiana, que se atreve con una personal visión del mundo literario de este autor, aún sin título, coproducida por el Centro Dramático Nacional y el teatro Odeon de París, en la que sólo habrá dos actores: ella y Alfredo Alcón.

El espectáculo, que se estrenará el 16 de abril en Sevilla, hará posteriormente una gira y cerrará en París la etapa de Pasqual al frente del Odeon. "Este experimento está lleno de sentido, surge del profundo conocimiento que tiene Lluís sobre el poeta, y creo que los elegidos para ínterpretarlo, y voy a ponerme una flor, somos las dos únicas personas que podemos hacerlo", dice con rotundidad; "ambos conocemos mucho a Lorca, durante años lo hemos interpretado, yo incluso lo he dirigido en medio mundo... Es toda esta seriedad anterior la que nos autoriza a hacer esta aventura fascinante hecha desde el mayor respeto y amor; además, el conocimiento de Lluís sobre el poeta es extraordinario, no sólo porque lo haya dirigido sino porque es una fuente de inspiración permanente en él".

Este trabajo no le produce los miedos que en otras ocasiones le afloran a la directora: "La responsabilidad de actuar es mucho menor que la de dirigir, como actriz me encuentro segura y respondo de mi parte de la tarta; en cambio, cuando dirijo siento el peso de la tarta entera sobre mis espaldas, de hecho trabajo mucho antes del primer ensayo".Tras estas experiencias se entregará de nuevo a la dirección operística y teatral en Japón, Alemania, Francia, Estados Unidos y otros muchos países. Como las grandes divas, su vida está comprometida hasta el 2000.