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"Camus fue durante años el chivo expiatorio de la izquierda", según Olivier Todd

Una nueva biografía revela cómo el autor de 'La peste' fue expulsado del PCF

La publicación de una novela inacabada de Albert Camus -El primer hombre-, hace dos años, hizo que su autor, fallecido en 1960, se instalase durante semanas al frente de las listas de ventas francesas. Olivier Todd, que acaba de descubrimos aspectos de la vida del escritor en Albert Camus. Une vie, nos recuerda que El extranjero es el libro más vendido de Éditions Gallimard desde su creación. Esta nueva biografía, por la que están pujando al menos dos editoriales españolas para adquirir los derechos de edición en castellano, revela cómo fue expulsado Camus del Partido Comunista de Francia (PCF). Todd sostiene que fue "durante años el chivo expiatorio de la izquierda".

Albert Camus. Une vie es un volumen de 855 páginas que viene a completar y sustituir la biografía que publicó en Seuil y en 1978 Herbert R. Lottman. En esos casi 20 años han ocurrido cosas fundamentales en el terreno político-histórico, como la desaparición del bloque soviético, y la muerte de Francine Camus, la esposa cuya presencia obligaba a silenciar infidelidades. De pronto, Todd ha tenido acceso a nuevas fuentes. "Y no sólo eso. He podido permitirme viajes que él no pudo realizar, como ir a California o Moscú, he visitado lo que queda de la casa en que nació Camus en Argelia, he leído esa última novela inacabada a la que no pudo acceder Lottman, me he ganado el derecho a leer la correspondencia triangular entre Pascal Pia, André Malraux y Camus, y he tenido, después de superar un año la prueba, la confianza de los hijos de Camus, sin que eso signifique que la mía es eso que llaman una biografía autorizada. Reproduzco en el libro textos de Albert que no son fáciles de asumir para quienes también son hijos de Francine, pero ellos no han puesto la menor barrera y han aceptado revelaciones que sé les son dolorosas", explica Todd.En las 855 páginas de su libro Todd evita "especular y opinar". "Escribo en presente, como si no supiera lo que va a suceder". Sólo al final, en unas breves 11 páginas de Conclusiones, se permite, no sólo hacer balance, sino lanzar algunas opiniones personales que afectan a la obra literaria -Todd prefiere el novelista al ensayista y, sobre todo, ama El extranjero y La caída-, se despacha, con respeto pero con dureza, contra Sartre o Simone de Beauvoir -"lo que hizo ella en Les mandarins es innoble"- y constata que Camus era a menudo "arrogante en el trato y pomposo en el estilo. Sartre escribía con una gran facilidad, sin corregir, de una tirada, pero Camus tenía un gran respeto por la lengua, era hijo de pobres, y para él manejar bien el francés era una conquista social".

Camus se afilió al partido comunista y mantuvo una importante actividad artística y cultural, montando, dirigiendo e interpretando obras teatrales de combate, pero sin dejar que fuese la dirección del partido la que le impusiese los textos. Pero no es su independencia en el terreno del activismo cultural lo que le lleva a enfrentarse a la dirección, sino la lógica de prioridades que impone el partido, que supedita el anticolonialismo a los intereses tácticos de Moscú. Y Camus, que en los años cincuenta será acusado de "colonialista" por el Partido Comunista Francés (PCF), está a favor de los árabes, de la convivencia entre musulmanes y no musulmanes.

Todd ha encontrado en Moscú el acta de la expulsión de Camus del PCF. "Fui a Moscú sin demasiadas esperanzas porque no hablo ni leo ruso, porque no estaba seguro que me dejasen ver lo que deseaba ni sabía si existía el papel que me interesaba. Llegué a las diez de la mañana, y antes de las dos tenía un dossier en el que se habla de la necesidad de proceder a la depuración de algunos agentes trotskistas. Camus figura entre ellos, y en los papeles se refieren a él como ex dirigente de la Casa de la Cultura y le acusan de calumniar sistemáticamente a los dirigentes del PCF y su línea política".

"Hubo una época en que se habló de un eclipse de Camus, se le dio por acabado. Ése fue un espejismo fomentado por los críticos y la izquierda, que convirtió a Camus en su chivo expiatorio y le atacó sin que nadie le defendiese porque él no quiso refugiarse entre los intelectuales de la derecha, pero esa crisis no fue de público, que nunca ha dejado de leerle".

La evolución de Argelia

A veces, el azar hace bien las cosas. Olivier Todd recuerda aún cuando su familia se instaló, en París, en una casa vecina a los Jardines de Luxemburgo. En el apartamento, entre los libros abandonados, encontró un ejemplar de El extranjero. "Entonces yo tenía quince años y el texto supuso para mí una auténtica conmoción. Luego supe que la biblioteca olvidada pertenecía a una mujer judía que había tenido que huir para intentar escapar a la deportación. Aun hoy, cuando leo el pasaje del asesinato en la playa, no estoy seguro de comprender a Mersault. En las grandes obras siempre permanece algo que se nos escapa, que queda en el misterio. Ahora he podido rodar ese pasaje en Argelia, en un filme para Arte y la BBC".Argelia, recuerdo de infancia y juventud, pero también desgarro de adulto que no acepta la colonización pero tampoco la independencia -"Camus no veía Argelia como país independiente, rompiendo con Francia. Sabía o intuía que el FLN era un partido totalitario"-, y Todd sugiere que soñaba para su país con una evolución como la que Nadine Gordimer quería y se está dando en Suráfrica.

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