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El centro cultural español en Argel reabre sus puertas, cerradas por temor a los atentados

Italia seguirá los mismos pasos a partir del próximo curso

El centro cultural español en Argel ha reabierto sus puertas, clausuradas durante más de, dos años por temor a un atentado integrista. La institución fue cerrada por decisión de la propia Embajada de España en diciembre de 1993, en un momento de tensión y de pánico, siguiendo el ejemplo de otros centros culturales y representaciones internacionales, que habían decidido dejar sus delegaciones al mínimo o iniciar un largo exilio. Es la hora del retorno.

El embajador de España en Argel, Javier Jiménez Ugarte, fue el encargado de hacer sonar ese timbre imaginario, con 61 que se anunció a la comunidad hispanista, la reapertura del centro cultural y la vuelta a las clases. Apretó el timbre con fuerza y convicción en un acto protocolario e íntimo celebrado la semana pasada, en la vieja iglesia de San Francisco, reciclada desde hace cerca de 25 años en salón de actos de este centro, al que oficialmente la Administración de Madrid le llama Centro Cervantes. El acto estuvo presidido por Francisco Moreno, director académico de los Centros Cervantes en todo el mundo, que el día anterior había llegado especialmente de España, para conocer de cerca la realidad de Argelia. Junto a ellos, en la misma mesa, se sentó Nadia Buzidi, la penúltima superviviente de un claustro de profesores y empleados, algunos de los cuales prefirieron olvidarse del país y buscar otros destinos más seguros.La reapertura del centro cultural español se iniciará de manera gradual y paulatina durante este mes de marzo, para dar albergue a los alumnos que deseen preparar el examen de lengua española y que pretendan tener acceso al diploma oficial.

Este proceso hacia la normalidad culminará el próximo mes de octubre, con el inicio de un nuevo curso, la reapertura total de las aulas y el regreso definitivo a la vida académica plena, según anunció el propio embajador ante un reducido auditorio, configurado esencialmente por náufragos ávidos de castellano, funcionarios aún enclaustrados de la Embajada de España y solitarios corredores de fondo de la lengua castellana, en un país cada vez está más arabizado y menos afrancesado.

Esta resurrección no es un hecho aislado. La Embajada de Italia ha decidido, también de común acuerdo con los representantes de nuestra delegación, reabrir los cursos en el Dante Alighieri, a partir del próximo curso. A la cita no podrán acudir los representantes de este gran supermercado cultural francés, que se excusaron de manera educada, pero que en realidad se muestran mucho más reservados y cautos en el momento de salir de sus trincheras o regresar de sus exilios.

El edificio del centro español está situado junto a la sede de la antigua embajada, en pleno centro del barrio de Agha, un populoso y popular barrio de la capital, que durante estos años ha estado sacudido por el movimiento integrista. El propio partido fundamentalista, Frente Islámico de Salvación, tuvo durante muchos meses su sede principal cerca de la representación cultural español a, ante la cual pasaban a menudo sus huestes; unas veces blandiendo el Corán, en otras acosados por las fuerzas de seguridad.

El centro cultural, que inició su andadura en 1972, tratará ahora de olvidar todo eso y de recuperar el linaje y protagonismo alcanzado a principios de los años 1990 que llegó a tener 1.500 alumnos y un claustro de 10 profesores. rivalizando en el exterior con el máximo líder de la época; el centro cultural de Londres.

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