La incinedadora en pruebas no mide sus emisiones mas temidas
El periodo de pruebas de la incineradora de Valdemingómez no sirve por el momento para adivinar su verdadero poder contaminante. La empresa Tirmadrid, concesionaria de la explotación del horno, aún no ha medido la emisión de dioxinas y furanos, las partículas más temidas por los grupos que se oponen a la incineradora. .La baja actividad de la planta impide tal medición. La combustión actual, de tan sólo 40 toneladas durante unas tres horas al día, no es suficiente para que se puedan tomar muestras de aire significativas para efectuar las mediciones periódicas. Cada quince días, la incineradora debería recabar datos sobre la emisión al aire de las, dioxinas y furanos, así como del ácido fluorhídrico y los metales pesados, tal y como indica el plan de emisión de contaminantes que aprobó la Agencia de Medio Ambiente en diciembre. Este plan sirvió para dar la luz verde a los tres hornos de los que consta la planta de Valdemingómez.
En cambio, sí es factible la medición en continuo de otros contaminantes, como las partículas en suspensión, el monóxido de carbono y el ácido clorhídrico, ya que su control se efectua de forma simultánea a la actividad del horno. Es decir, cuando se enciende alguno de los tres hornos, automáticamante empieza la medición de estos contaminantes.
Los resultados obtenidos en la medición de estos otros contaminantes resultan hasta ahora satisfactorios, ya que son más bajos del límite exigido por la ley. Aunque la incineradora funcione a un 5% de su capacidad, los técnicos deducen mediante cálculos a cuánto ascendería la emisión si el horno estuviera al 100%.
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La incineradora trabaja sólo al 5% hasta marzo
VIENE DE LA PÁGINA 1Las mediciones han registrado dos microgramos de partículas en suspensión por metro cúbico de aire cuando el límite legal es de 30. Asimismo, se han detectado 40 microgramos de monóxido de carbono (la ley seña a que no se superen los 100) y 15 de ácido clorhídrico (50 es el límite).
Alfonso Maíllo, técnico de la empresa Tirmadrid, explica la razón de estas bajas emisiones. Es una cuestión que tiene que ver con la tecnología de los hornos de Valdemingómez, construidos para poder cumplir la normativa europea de 8 de. junio de 1989, que con posterioridad (1992) se aplicó en la normativa española. Según indican ambas normativas, si la combustión se produce a una temperatura superior o igual a 850 grados centígrados y hay una presencia de al menos un 5% de oxígeno por metro cúbico de aire, los gases y partículas nocívos para la salud se destruyen casi por completo.
Los hornos de Valdemingómez funcionan a una temperatura uniforme de 900 grados centígrados, y la presencia de oxígeno es del 9%, de forma que rebasan lo indicado en la normativa. Existen dos tipos de hornos: aquellos en los que la basura cae sobre una parrilla metálica los que en giratoria, y vez de parrilla tienen en su fóndo un lecho fluido de arena. Estos últimos permiten que la temperatura. no baje de golpe por cualquier circunstancia, debido a que la propia arena conserva el calor. Los hornos de Valdemingómez son de este tipo.
La puesta en marcha del horno de residuos en diciembre resulta, por ahora, simbólica. Y así será, por lo menos, hasta que termine marzo. Los tres hornos de la planta tienen capacidad para quemar 600 toneladas al día, pero actualmente sólo incineran residuos en una proporción del 5% de su capacidad total. José Ontañón, director de Tirmadrid, la empresa concesionaría, explica que no es una decisión empresarial, sino del gobierno municipal del Partido Popular y de la Agencia de Medio Ambiente (AMA) del gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón.
Efectivamente, la AMA ha confirmado que encargó al Ayuntamiento y A Tirmadrid la elaboración de un "cronograma" de trabajo sobre el plan de combustión en el primer trimestre de la puesta en marcha de los tres hornos que conforman Valdemingómez. Según este programa, durante los primeros tres meses de pruebas la incineradora puede quemar un 5% máximo de residuos. El resto de las pruebas del correcto funcionamiento de los hornos se efectúa con gasoil. "Desde noviembre hemos quemado 100 millones de pesetas en combustible", indica Ontañón.
Ontañón explica que espera el permiso para quemar más de 50 toneladas diarias de basura. El director hace referencia a su confianza en que las actuaciones de la Fiscalía de Madrid no obliguen a detener su actividad.
El programa de combustión aprobado por la AMA terminará a finales de marzo, De las conclusiones que se obtengan dependerá la posibilidad de que progresivamante aumente la entrada de residuos para su quema. El objetivo del programa es comprobar y ajustar los equipos de combustión, ventilación, la incorporación de arena al horno. Alfonso Maíllo, director técnico de Valdemingómez, indica que éste es ahora el grueso del trabajo: "Como la cantidad de residuos que pueden entrar en las tres líneas [hornos] es insignificante, por lo menos podemos poner a prueba el sistema, cuya complejidad se ejemplariza así: hay 500 motores".
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