Muerte en las aulas
Francisco Tomás y Valiente se encontraba en su despacho de profesor, en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid, cuando un repugnante asesino abrió la puerta, entró y, de tres balazos, acabó con su vida. Así de inesperada y brutalmente ocurrió ese atentado en esta mañana del 14 de febrero en nuestra facultad. Así han matado al ex presidente del Tribunal Constitucional, al consejero permanente de Estado, pero también y sobre todo al profesor que estaba trabajando en su centro académico, en su pequeño y modesto despacho preparando un examen para sus alumnos. Francisco Tomás y Valiente ha fallecido, exactamente, en "acto de servicio"; al servicio de lo que siempre estuvo: de la Universidad, del Derecho, del Estado de Derecho.Francisco Tomás y Valiente ha sido, sin exageración alguna, un hombre ejemplar. Ejemplar en la cátedra, donde su magisterio en la Historia del Derecho español es unánimemente reconocido por sus colegas, discípulos y alumnos. Ejemplar como magistrado (de los "fundadores") del Tribunal Constitucional y segundo presidente de la Institución. Ejemplar como ciudadano comprometido con la libertad, la solidaridad y la democracia. Ejemplar también como articulista en este mismo periódico en el que siempre tomó la pluma para dar su leal y ponderada opinión sobre los problemas de la vida pública.-
En estas breves líneas no tiene mucho sentido intentar resumir el extraordinario curriculum del profesor que ahora perdemos. De todos modos, quizá pueda condensarse todo él en una de las frases que le oí en su reciente discurso de toma de posesión como consejero permanente de Estado: "El mayor empeño de mi vida ha sido seguramente el de servir a nuestro Estado constitucional, es decir, a todos mis conciudadjnos". Ese talante' ' esos valores son los que quieren erradicar sus asesinos, aunque entre todos debemos evitar que lo consigan.
En esta hora de dolor para la Universidad Autónoma de Madrid y más particularmente para su Facultad de Derecho queremos hacer oír nuestra condena y nuestra indignación por un acto tan vil así como también queremos expresar, de la manera más rotunda posible, nuestro deseo de que los asesinos, sus apologistas y sus cómplices sean perseguidos con toda la fuerza del Derecho.
Descanse en paz nuestro querido compañero Francisco Tomás y Valiente. Su ejemplo será imborrable para los profesores y alumnos de esta Universidad.Manuel Aragón es decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid.
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