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Cientos de ciudadminos. acudieron a la capilla ardiente

Anabel Díez

Todo el mundo judicial y numerosos dirigentes políticos y personajes públicos se reunieron anoche para rendir homenaje póstumo a, Francisco Tomás y Valiente. Sin embargo, su presencia en la capilla ardiente, instalada en la sede del Tribunal Constitucional, apenas suponía una gota en medio de los centenares de ciudadanos anónimos, entre ellos los alumnos del catedrático, que quisieron dar su adiós a este hombre "de paz y diálogo", como dijo el sacerdote José María Martín Patino en una misa que comenzó a las nueve. El presidente del Gobierno, Felipe González; la mayoría de los miembros del Ejecutivo; el vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, y altos cargos de la Administración asistieron a este oficio, en el que el sacerdote pidió "misericordia para los verdugos, porque también son hermanos". "En una sociedad con más cultura del diálogo y del pacto no hubieran pasado las desgracias que estamos viviendo", añadió Martín Patino.Los cuatro hijos del jurista asesinado y su viuda soportaron con sobriedad el incesante abrazo de los asistentes. El presidente del Partido Popular, José María Aznar; los líderes sindicales de CC OO y UGT, Antonio Gutiérrez y Cándido Méndez, respectivamente; los ex presidentes del Gobierno Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo Sotelo; el presidente del Consejo de Estado, Fernando Ledesma, y el ex ministro del Interior José Barrionuevo, entre otros muchos, se acercaron a darles el pésame.

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Era ostensible el abatimiento de González, que al terminar la misa se retiró a otra dependencia sosteniendo del brazo a la viuda de Tomás y Valiente. El líder socialista acudirá hoy de nuevo a la sede del Alto Tribunal, a las once, para asistir al funeral. Una hora después Tomás y Valiente será enterrado.

Durante toda la noche iban a velar su cadáver por turnos los magistrados del Tribunal Constitucional y representaciones de los jueces y del Colegio de Abogados. Iniciaron el turno Álvaro Rodríguez BereiJo, presidente del Constitucional, y Pascual Sala, del Consejo General del Poder Judicial.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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