Amenábar debuta con una película sobre el 'snuff'
El deseo del director de 23 años es que su filme, sobre un tema tan morboso, no pase inadvertido
ROCÍO GARCÍA Algún tembleque han debido de experimentar sus profesores. Tiene suspendida la asignatura de realización de cuarto y quinto curso de Ciencias de la Informacion, rama Imagen, pero su primer largometraje, Tesis, ha sido elegido por los exigentes responsables del Festival Internacional de Cine de Berlín para ser exhibido en su sección no competitiva, Panorama. A sus 23 años, Alejandro Amenábar, de padre chileno y madre española, se ha metido en el tétrico mundo del snuff (filmación de las torturas, agonía y muerte de seres humanos reales, cuyas copias se venden luego a un alto precio) para realizar un thriller, protagonizado por Ana Torrent y dos actores no veles, Rafael Martínez y Eduardo Noriega.
Tesis, con guión y música del propio Amenábar, supone la primera producción del cineasta José Luis Cuerda. Rodada en la facultad de Ciencias de la Información y en la de Farmacia, el filme narra las andanzas de una estudiante que prepara una tesis sobre la violencia audiovisual y encuentra una snuff movie, en la que está grabada el asesinato real de una compañera desaparecida. La trama, policiaca y sofisticada, implica a alumnos y profesores.
Amenábar rechaza de plano el snuff-"durante el rodaje me ofrecieron ver una cinta y no quise"-, pero le atrae sobre todo el hecho morboso de la gente que paga dinero por verlo. "Es un fenómeno más frecuente del que suponemos", dice el director, quien ha tenido un cuidado especial sobre el tratamiento morboso que se le da a la imagen. En este sentido, ha puesto el acento en la recreación del sonido más que en la muestra de las imágenes. "Uno de los principales retos era conseguir abordar un tema terrible como el snuff, sin escandalizar, hacer compatible la crudeza del mensaje con la sensibilidad del público", añade. En Tesis no aparece ninguna imagen snuff real, todo es simulado.
Como el mayor golpe de sorpresa lo experimentó cuando José Luis Cuerda, a quien le entregó el guión para que le diera su opinión, le dijo que le producía la película, la elección por el Festival de Cine de Berlín para la sección Panorama la está viviendo con mayor tranquilidad. "Es como una especie de respaldo", dice Amenábar, cuyo mayor deseo es que Tesis no pase inadvertida. "Quiero que mi película se vea. He contado lo que quería, pero pensando siempre en el público", confiesa. Quizás para desintoxicarse de la morbosidad del cine snuff, Alejandro Amenábar prepara ya una comedia, en la que sí dejará trabajar a sus actores. "En Tesis les he dado muy poca libertad. Era muy importante el tono de la película, la verosimilitud de la historia, y no podía dejarles trabajar muy libremente".
Babelia
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