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El PP pretende que todos los hospitales privados tengan conciertos con la sanidad pública

Carlos Yárnoz

El PP pretende que todos los hospitales privados de España tengan conciertos de colaboración con la sanidad pública, con el objetivo prioritario de acabar con las listas de espera. En la actualidad, sólo alrededor del 10% de los cerca de 500 centros privados mantienen ese tipo de conciertos con la sanidad pública, que este año prevé invertir en ese capítulo 140.000 millones de pesetas. En caso de llegar al Gobierno, el PP dedicará a ese fin decenas de miles de millones más, pero sostiene que a largo plazo se producirá un ahorro superior a esa cifra. Enrique Fernández Miranda, responsable de sanidad en el PP, reconoce que, con su proyecto, el sistema nacional de salud subvencionará en buena parte la medicina privada.

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"Nadie me ha pedido explicar la injusticia que significa tener listas de espera en hospitales públicos y, a la vez, tener camas vacías en centros privados que podrían estar concertados". Bajo este principio genérico, Fernández Miranda sostiene que la situación actual de la sanidad española hace necesaria la utilización de todos los medios existentes y recuerda que, antes de la huelga de médicos del año pasado, la lista de espera de la sanidad pública ascendía a 150.000 personas, cifra, dice, que hoy puede ascender ya a más de 240.000.El programa del PP al respecto es claro: "Será objetivo prioritario aprovechar al máximo todos los recursos sanitarios disponibles, materiales y humanos, cualquiera que sea su adscripción patrimonial y funcional". Lo que el programa no concreta es que ese aprovechamiento máximo se realizará en gran medida a través de centenares de conciertos con unos centros privados que disponen de más de 35.000 camas (aproximadamente el 30% de las existentes en España). Hasta el momento, los gobiernos socialistas han suscrito acuerdos globales de conciertos sólo con hospitales sin ánimo de lucro, mientras el PP prevé hacerlo con todo tipo de hospitales.

Los expertos del PP entienden que en España faltan hospitales de nivel adecuado para tratar enfermedades o lesiones intermedias, de forma que éstas han de ser atendidas en grandes centros en los que los costes ya están disparados. Así, el coste medio por cama y día en un gran hospital como La Paz, en Madrid, puede ascender a las 60.000 pesetas, cifra que se reduce incluso a una tercera parte en los hospitales de tamaño medio y pequeño. Por eso, aseguran, los conciertos con hospitales privados acabarán suponiendo un gran ahorro para el sistema sanitario.

Al respecto recuerdan, además, que el sistema privado de salud funciona con costes más ajustados. Un ejemplo: los funcionarios de la Administración central pueden elegir entre el sistema público y las aseguradoras privadas; si eligen el primero, el Estado aporta al Insalud 70.000 pesetas por persona y año; si eligen el segundo, el Estado aporta sólo 48.000 pesetas Por persona y año, pese a que en ambos casos se tiene derecho a las mismas prestaciones.

Nuevos centros

El sistema de extender los conciertos con centros privados para intentar reducir las listas de espera ya fue utilizado por los socialistas en la comunidad de Madrid en los años 1992 y 1994. En ambos casos, fueron desviados a clínicas privadas centenares de pacientes que fueron intervenidos de cataratas, hernias o lesiones óseas menores, pero las listas de espera volvieron a crecer fuertemente una vez que concluyeron los conciertos temporales con el sector privado.

El sistema que intenta implantar el PP supondrá, muy probablemente, la aparición y construcción de nuevos centros hospitalarios en zonas que supuestamente los necesiten. Los populares ven con optimismo esa posibilidad. De hecho, ellos mismos promueven la construcción de centros hospitalarios por vías que poco tienen que ver con las tradicionales. Primero ha sido conocido el ejemplo de la Comunidad Valenciana, donde el Gobierno autonómico del PP está promoviendo en Alzira la construcción de un hospital con capital privado, pese a que posteriormente será utilizado por pacientes enviados desde la sanidad pública con cargo a las arcas públicas.

En La Rioja también existe un caso singular. Ante la negativa del Insalud a construir un hospital de 200 camas en Calahorra, el Gobierno de esa comunidad, también del Partido Popular, ha propuesto construir ese hospital con fondos propios -aunque no tiene transferida la competencia del Insalud- para que después el centro funcione como hospital concertado. Por ahora, el Gobierno central se ha negado a tal hipótesis. Desde la sede del Partido Popular, en la calle Génova, de Madrid, se ha comunicado a La Rioja que esperen porque, si llegan al poder, el hospital podrá construirse y se firmará después el correspondiente concierto.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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