_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El imperialismo virtuoso

"Para empezar, me conformaría con una Constitución con un artículo único que estableciera algo así como 'se prohíbe pretender salvar a España", parece ser que dijo Dionisio Ridruejo. Pues hay que ver cómo proliferan y renacen continuamente los salvadores. El Papa está empeñado en salvarnos, especialmente de la concupiscencia. Y sus colegas fundamentalistas islámicos, de la mujer. Afortunadamente, como canta. Chico Buarque, "en el sur no existe el pecado". Sólo faltaría que los pobres y dependientes no pudieran echan una cana al aire de vez en cuando.Otros, además de obsesionarse, con el sexo, están dispuestos a combatir hasta la muerte, de los otros, la droga. El virtuoso presidente Menem reclama la pena de muerte para todos aquellos que intervienen de alguna forma en el tráfico de droga. En un encuentro internacional sobre el tema, después de escuchar su peculiar llamada a la guerra santa, me permití sugerir que encontraba a faltar la propuesta de instalar hornos crematorios en las cárceles puesto que es sabido que esta. depuración afectaría a bastantes millones de personas en el mundo. Un jefe de policía de Nueva York reclamaba, consecuente consigo mismo, la creación de vastos campos de concentración en las regiones, desérticas de EE UU para solaz permanente de los traficantes y consumidores de droga. Creo que los papas moros y cristianos ya se han retratado lo suficiente con ocasión de las recientes conferencias de Naciones Unidas, especialmente en Pekín (mujer) y antes en El Cairo (población). No hay ni mucho menos que tomarse a broma los rugidos intolerantes de este personal maligno. Pero el nivel intelectual del debate es tan mínimo que aburre contestarles con argumentos. Recientemente leía intervenciones de los diputados de la mayoría gubernamental francesa en unas jornadas sobre la familia. Menudos carcamales. Si pudieran condenarían. al ostracismo social, a todos aquellos que no se declarasen heterosexuales, no estuvieran legalmente casados, no tuvieran todos sus papeles en regla y casi que no rezaran el rosario en familia. ¡Y son la versión culta del PP, es decir, han leído libros!.Lo que quizá no esté tan claro es lo que significan nuestros salvadores de la droga. Y no son cualquier cosa. Porque si el Papa está decidido a salvarnos del sexo, Estado! Unidos ni más ni menos asume el mandato ¿también divino? de salvarnos de la droga. Tanto interés protector es sospechoso.Y si no que se lo digan a los colombianos. Un ministro, bien informado, el de Interior, declara lo que todo el mundo sabe. La DEA (departamento antidroga del Gobierno de Estados Unidos) conspira abiertamente contra el Gobierno de Colombia. Otro ministro, bien presionado, el de Relaciones Exteriores, le contradice luego, con la boca pequeña. Y sin embargo es en Estados Unidos donde se decide comprar, o difamar, o matar, a ministros, jueces, periodistas y hasta presidentes colombianos. Es en Estados Unidos donde se realizan los grandes negocios de la droga; por algo son el principal país consumidor. ¿Saben ustedes que el consumo de droga por habitante es infinitamente menor en Colombia que en Estados Unidos? ¿Se han preguntado alguna vez por qué EE UU está empeñado en perseguir traficantes en Colombia, o Panamá, o Perú, y no en Estados Unidos, donde actúan las grandes organizaciones distribuidoras de drogas y nunca se detiene a los jefes?

Un amigo, un brillante periodista colombiano, me decía hace unas semanas: "Colombia no es un sujeto de las relaciones, internacionales, sino un objeto.Dependemos de decisiones internacionales y el Gobierno de EE UU decide quién debe vivir o morir, hacer negocio o estar encarcelado en Colombia. Es claro que nuestro problema es el narcotráfico. Ha corrompido nuestra vida política y ha generalizado la violencia en nuestra vida civil. Pero nosotros no Podemos resolver este problema. Es mundial y sobre todo es de EE UU. En realidad, nuestro problema es que estamos sometidos al imperialismo".

No crean que esta lo decía un ideólogo revolucionario, sino un destacado intelectual liberal. Se elevaba contra el imperialismo virtuoso que transfiere a otros países sus tragedias internas, cómo su deuda. Algo hay de podrido en Estados Unidos para que sea el mayor mercado del mundo para la droga. Un imperialismo virtuoso que clama contra cualquier propuesta de legalización, la única razonable para el cada vez mayor número de expertos. Un imperialismo virtuoso que en esto coincide con los jerarcas del narcotráfico, que quieren tolerancia pero no la legalización, que sería el fin del negocio actual.

El presidente Samper, hoy víctima de una real conspiración de la DD (derecha colombiana y DEA yankee), se convirtió en non grato hace ya 20 años cuando insinuó que debía legalizarse la droga blanda. Sus méritos represivos recientes no lo han salvado. La cuestión importante no es si en la campana presidencial hubo o no dinero procedente de la economía criminal. Algo por lo demás no fácil de controlar cuando esta economía está expandida en múltiples sectores de la vida del país. Lo que importa es determinar quien es son los responsables de que esta economía exista. Y estos responsables no son únicamente los que parecen. Los principales responsables están muy cerca de los que pretenden imponer su virtuosa hipocresía desde el imperio del norte.

En realidad, el imperialismo virtuoso utiliza la supuesta virtud de reprimir a medias la droga en el mundo para servir la muy real política de dominación exterior. Ahora ya no toca el- comunismo, hace falta otra cosa.. La cruzada contra la droga es una buena excusa. La falsa virtud es la máscara. Los adversarios reales no son los narcos. Es un secreto a voces la connivencia entre grandes capos y sectores financieros y policiales en Estados Unidos. Como siempre, el enemigo del imperialismo por virtuoso que parezca es la voluntad de independencia y el afán de dignidad de los pueblos.

Jordi Borja es urbanista.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_