España recuperara tasas de crecimiento del 3% a partir del segundo semestre, según los expertos
La economía española crecerá en 1996 en tomo al 3%, con una tasa de inflación claramente inferior al 4% y muy próxima al 3,5% establecida por el Gobierno; y la pausa en la desaceleración económica terminará a partir del segundo semestre del ejercicio, fecha aproximada en la que se iniciará de nuevo un crecimiento del PIEB del 3% o, superior. Éstas son, resumidas, las apreciaciones en las que coinciden el Gobierno y algunas instituciones económicas que . elaboran previsiones o predicciones económicas. Las principales diferencias se centran en la importancia que tendrá para la economía española la desaceleración económica detectada en el entorno europeo y, en particular, de Alemania.
El Gobierno, varias instituciones económicas y los servicios de estudios coinciden en que el parón económico detectado en el tercer y cuarto trimestre de 1995 terminará en el primer semestre del ejercicio y a partir de la segunda mitad del año la economía volverá a tasas de crecimiento del 3% -una cifra sobre la que existe "un acuerdo sospechoso", en opinión de fuentes empresariales- Esta predicción, se acompaña con un optimismo casi generalizado sobre el grado de cumplimiento de la tasa de inflación marcada por el Banco de España y por el Gobierno y la previsión de que el empleo seguirá creciendo, aunque a tasas algo inferiores a las registradas en 1995.El Gobierno considera que el crecimiento económico en 1995 estuvo en el 3%, con un perfil descendente desde el tercer trimestre del ejercicio. El análisis de los economistas del ministerio y del Banco de España (coincidentes en los básico) entiende que estamos "ante una pausa en el crecimiento, porque el resto de los indicadores económicos tienen una evolución muy favorable. No hay síntomas de que pueda aproximarse una fase recesiva ni en los precios, ni en el sector exterior, ni hay temores de que vaya a decrecer la inversión..El principal factor de preocupación para los economistas nubarrones" es la definición de Economía- es la severa pérdida de ritmo de la economía alemana, que, en opinión de algunos analistas privados, puede dificultar el crecimiento el próximo año y constituirse en el primer indicio recesivo. Fuentes autorizadas del Gobierno explicaron así la situación a EL PAÍS: "Entendemos que en el trasfondo de la desaceleración, en Europa y en España, laten problemas de confianza de los consumidores y los empresarios. Pero los fundamentos económicos son sólidos, como prueba el resto de los indicadores. Existe también un cierto temor a que los ajustes presupuestarios necesarios para estar en la moneda única frenen el crecimiento. Pero no hay tal. A la larga se comprobará que, como la inflación está controlada, los efectos posibles de una restricción presupuestaria serán compensados ampliamente por la reducción de tipos de interés".Perfíl más bajo
La patronal CEOE asegura que la recuperación de la economía en 1996 presentará un perfil más bajo en el primer y segundo trimestre; que a partir del tercer trimestre el crecimiento retornará a tasas aproximadas del 3%. La preocupación natural de CEOE es la inversión. En este aspecto, aunque aprecia una "desaceleración muy notable en la inversión en construcción para 1996", la correspondiente a bienes de equipo seguirá tirando fuerte el año próximo. Con una característica principal, en opinión del Instituto de Estudios Económicos (IEE): que esa inversión estará orientada ya a la ampliación de los equipos y no a la simple renovación, como hasta ahora.
En el caso del empleo, los pronósticos mayoritarios (véase cuadro adjunto) señalan que continuará la creación de puestos de trabajo, aunque en un grado ligeramente inferior al registrado en 1995, ejercicio en, el que se han superado los 350.000 empleos). Los empresarios detectan que se están produciendo modificaciones importantes en la relación aumento del PIB/creación de empleo, y que en 1995 fue posible elevar la tasa de empleo en el 2,5% con un crecimiento del PIB del 3%, gracias a la disminución de la productividad. Esta relación empeorará levemente en 1996, pero todavía será posible superar los 250.000 nuevos empleos.
Las predicciones sobre el consumo están claramente relacionadas con las expectativas de reducción de los tipos de interés. Todas las instituciones consultadas insisten en que, salvo catástrofe, el coste del dinero bajará este año. Este descenso, argumenta el IEE, "producirá una liberación importante de rentas, debido al abaratamiento de los tipos del hipotecario; como el ahorro de las familias ya es muy elevado, lo más probable es que se traslade en su mayor parte al consumo". Existe también un acuerdo difuso, simplemente enunciado, en que es posible cumplir los objetivos de reducción del déficit marcados por el Gobierno (4,4% del PIB en términos de Administraciones Públicas). Aunque existe una razón muy poderosa para defender la reducción del déficit: si los tipos de interés bajan, el Gobierno se ahorrará, 180.000 millones en pago de intereses por cada punto de descenso.
La otra cara
La versión menos optimista de. las proyecciones económicas para el ejercicio corresponde a AB Asesores, aunque sólo sea porque entiende que debe practicarse un ajuste presupuestario severo si se quiere que en el segundo semestre la economía comience a repuntar. "Nuestras previsiones ya sindicaban que a finales de 1995 habría una detención en el crecimiento; se prolongará durante el primer y segundo semestre. Las razones son que la peseta, se diga cómo se quiera, se ha apreciado y que la política monetaria es, en términos relativos, más rigurosa. Si el nuevo Gobierno controla la prórroga del presupuesto es real y se cumple la previsión de recorte del gasto -y si se consigue bajar más el gasto, mejor-, los tipos bajarán y será posible retomar a la senda del crecimiento", dicen en AB.
. Curiosamente, no existe, en general, demasiada preocupación por el tipo de cambio. La patronal entiende que en estos momentos la posición de la peseta es correcta, aunque no debe subir más. "Con este tipo de cambio", dicen, "el volumen de déficit comercial muestra que algo está faltando en la economía española. Probablemente estemos obligados a internacionalizar más las empresas".
La preocupación habitual por los precios, el paro o el déficit público se sustituye por la amenaza potencial de los efectos, de los ajustes presupuestarios. Fuentes de CEOE lo exponen de la siguiente forma: "Aunque la contención del déficit es necesaria y deseable, la inversión pública no debe caer a niveles que puedan comprometer él beneficio social y empresarial del futuro". La misma idea en versión AFI (Asesores Inversores Internacionales): "¿Por qué Alemania tiene, con su tipo de cambio tan elevado, una productividad importante? Porque mantiene un renueva un stock de capital público muy elevado. No basta con que el Gobierno recorte el déficit; tiene que garantizar un nivel mínimo de inversión pública en infraestructuras que permita acumular el capital que ahora nos falta".
La tasa de inflación suscita una de las coincidencias más insólitas (cuadro adjunto). Los economistas no solamente aceptan, con raras excepciones, la cifra objetivo del Gobierno, sino que parecen asumir también su argumentación: como en 1995 se produjo un a subida del IVA que elevó el escalón del IPC, en 1996, por comparación, se descenderá ese nivel (evaluado en 0,5 puntos como mínimo).Hay más razones para considerar que la hipótesis de una tendencia fuerte al descenso de los precios es correcta. El Gobierno y los empresarios consideran que este año continuará la moderación salarial. Además, los precios de las materias primas seguirán a la baja, con lo cual los precios industriales también caerán.
Los sindicatos rompen la linealidad de la exposición. "Efectivamente, este año habrá una reducción sustancial del IPC... si existe una solidaridad coincidente para moderar los excedentes empresariales y salariales" dicen en CC OO. Entienden los economistas sindicales que los empresarios utilizan los precios para obtener mayores beneficios.
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