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Un físico del CSIC dice que el tráfico emite más dioxinas que la incineradora

La incineradora de Valdemingómez, que funciona en pruebas desde el 4 de diciembre, sigue levantando polémica. El pasado miércoles -en una mesa redonda organizada por IU con el propósito de acopiar argumentos en contra del horno-Josep Ribera, físico que trabaja para el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), advirtió que más peligroso que el horno es el tráfico. Ribera presentó un estudio, efectuado en Cataluña, en el que se concluía que la emisión de dioxinas por el tráfico era mayor que la de una incineradora. En un pueblo cercano a un horno se midieron 0,07 nanogramos de dioxinas por metro cúbico en el aire. Sin embargo, en otra ciudad sin presencia de incineradoras la cifra ascendió a 0,4 nanogramos por metro cúbico.La médico Carmen San José, miembro del sindicato CC OO, explicó que los dioxinas emitidas por la incineradora pueden causar alteraciones celulares, cromosómicas y afectar el sistema inmunológico. El peligro mayor, según ella, consiste en la acumulación de dioxinas en el suelo, el agua y el aire por el tráfico y la incineración.

Mercedes Galindo, coordinadora de salud de IU, explicó que su coalición intenta paralizar la incineración de residuos sólidos urbanos (RSU) por los efectos graves que pueda ocasionar para el medio ambiente y la salud pública. De "irresponsable" calificó Carmen San José la actitud de la Comunidad de Madrid, que puso en marcha la incineradora sin tener suficientes pruebas sobre el impacto en el medio ambiente y en la salud pública.

Oliva Núñez, representante de Greenpeace, teme que en Valdemingómez no apliquen el tratamiento adecuado para los materiales, de desecho. Apoyó con ímpetu maneras alternativas de eliminar basura, como el reciclaje, el compostaje y la reducción de residuos. El proceso de la incineración es, según la ecologista, una manera de trasladar problemas de hoy al futuro.

Alegaciones del PSOE

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Por otra parte, el grupo socialista del Ayuntamiento de Madrid presentó ayer sus alegaciones al estudio de impacto ambiental del depósito de las cenizas desechadas por la incineradora. El PSOE rechaza el proyecto porque está muy cerca de un gasoducto de Gas Natural: "Un escape tendría imprevisibles consecuencias", dijo Juan Barranco, portavoz socialista. Además, en otra alegación, se advierte que existe en el subsuelo un acuífero que podría resultar contaminado.

Adriano García-Loygorri, concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, negó la posibilidad de una contaminación de las aguas subterráneas, y subrayó que está previsto un complejo sistema de impermeabilización del cenicero. García-Loygorri dijo que la incineradora producirá entre 8.000 y 9.000 toneladas al año de cenizas, posiblemente tóxicas, cuando se encuentre a pleno rendimiento.

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