Alberto Corazón diseña máquinas públicas en nuevos escenarios
"Hemos pasado de los contenidos funcionales a los simbólicos", dice
El diseñador Alberto Corazón (Madrid, 1942) presentó ayer en el Istituto Europeo di Design, en Madrid, del que es director científico, su último trabajo sobre el diseño de una línea de banca automática. Considera que hay un cambio cultural en las relaciones con las máquinas, que ahora forman parte de un escenario público. "Los diseñadores nos convertimos en psicólogos al tener en cuenta los contactos del hombre con la máquina".
La intervención de Alberto Corazón en un centro de formación de profesionales forma parte del ciclo Maestros del diseño español, donde se explican procesos concretos de diseños y sus vinculaciones a la industria. "El diseño arrastra una imagen muy poco coherente, con un aspecto sofisticado, inútil, a la moda. Frente a eso está el rigor y la profesionalidad".En el mismo ciclo intervendrán durante este Curso André Ricard, sobre envases para perfumes; Yves Zimmerman, con ejemplos de comunicación visual; Germán López, sobre diseños para la seducción, y Umberto Ferrari, en torno a la silla.
Corazón ha trabajado durante un año en una línea de banca automática por encargo de Caja de Madrid. Los nuevos muebles se instalarán en las próximas semanas en las oficinas de la entidad y en lugares públicos como grandes superficies, aeropuertos, gasolineras y hoteles.
En relación con la máquina, Corazón distingue entre la cultura privada, como el ordenador, y la pública, donde la máquina sustituye las funciones de una persona. "Existe un cambio cultural muy interesante, al centrarse no en el objeto en sí, sino en la máquina en un escenario. La máquina es parte de un entorno, y nos relacionamos con ella de una forma diferente. En el proceso de diseño, de los contenidos funcionales pasamos a los simbólicos".
Para diseñar una familia de máquinas para la banca automática, a partir del software (programa) se crea un objeto nuevo, con el diseño de carcasas y gráfico, que sea inteligente y amable. "La exigencia del usuario, como ocurre con los coches, es que su utilización sea lo más sencilla posible".
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