_
_
_
_

Aznar propone a los ayuntamientos y autonomías un acuerdo para reducir la deuda y el déficit

José María Aznar no tiene la más mínima duda de que el Partido Popular ganará las elecciones del 3 de marzo. Y se expresa como si esa victoria fuera ya un hecho. Ayer, tras entrevistarse en Londres con el primer ministro británico, John Major, llegó a concretar que, antes incluso de que se forme el nuevo Gobierno, pondrá en marcha un "pacto para el desarrollo y modernización de España". Este acuerdo tiene dos frentes: con ayuntamientos y autonomías para reducir el déficit y el endeudamiento público, y con empresarios y sindicatos para la creación de empleo y la incorporación de los jóvenes al mercado de trabajo. Aznar, estima que este proyecto requerirá para su culminación ocho años, es decir, dos legislaturas completas.

Más información
"Los de ETA deben saber que vamos a por ellos"
"El enchufe lo tengo yo y quien mete el dedo se electrocuta"

Aznar ha viajado a Londres con dos dirigentes de su partido que tendrían responsabilidades económicas si el PP gana las elecciones: Rodrigo Rato y Cristóbal Montoro. Aznar quería contactar en la City, en esta ocasión a través del Banco de Santander, con influyentes inversores porque "los mercados financieros apuestan por un cambio político en España, que además se produzca por mayoría".Y esa victoria se va a producir, según Aznar, porque a dos meses de las elecciones cuenta con las máximas probabilidades". La única duda estriba en si su partido alcanzará la "mayoría suficiente", un concepto que evita traducir a escaños, aunque en los últimos días ha aludido a los cerca de 170 escaños con que gobernó la UCD.

Aznar cree que los ciudadanos quieren un Gobierno sin hipotecas, y él va a azuzar ese deseo durante la campaña, ya que reconoce implícitamente la dificultad que tendría para aplicar sus planes si el PP se queda en mayoría precaria. El principal de esos planes lo denominó "pacto para el desarrollo y modernización de España". Consistiría, de un lado, en comprometer a ayuntamientos y a comunidades, junto a la Administración central, en una reducción del déficit y del endeudamiento público [3,36 billones de deuda autonómica y 3,18 billones de deuda municipal hasta 1994], unido a la implantación de la Administración única, la culminación de las transferencias y una corresponsabilidad fiscal en gastos e ingresos.

De otro lado, se sustentaría en acuerdos con empresarios y sindicatos para promover la creación de empleo, en particular el acceso de los jóvenes a puestos de trabajo.

Aznar rehuyó cualquier concreción para no condicionar actitudes ni contenidos previos. Afirmó, eso sí, que no teme una reacción hostil de los sindicatos. Cree que si las centrales cayeran en la tentación de desatender este compromiso, sabiendo está en juego "el bienestar del país", recibirían la incomprensión de los ciudadanos.

[El secretario general de UGT, Cándido Méndez, respondió ayer que no es viable el programa del PP, basado en el desarrollo a costa de la austeridad en el gasto público y, al mismo tiempo, la lucha contra el paro, informa Rosa López. Si este programa se aplica, añadió, la sociedad reaccionaría con, "frustración y desconfianza". Sobre la alusión de Aznar al diálogo con los sindicatos, dijo: "No tenemos que demostrar nuestra capacidad de diálogo porque ya lo hemos demostrado. Será el PP, si gana las elecciones, quien tendrá que demostrarlo"].

En sus declaraciones en Londres, Aznar advirtió que sólo la introducción de reformas puede garantizar el Estado del bienestar, pero aseguró que la educación, la sanidad y las pensiones "están garantizadas por cualquier Gobierno de España".

Para el líder del PP, si su partido vence, la recuperación de la confianza de los inversores en España será "espectacular". Un convencimiento que utiliza para advertir a Jordi Pujol que lo importante no es que CiU tenga influencia en el Gobierno, como plantea el presidente de la Generalitat, sino en qué dirección usa esa influencia. Porque sería gravísimo, añade, que entorpeciera los objetivos de todos los españoles.

En lenguaje propio de campaña, Aznar declaró que Felipe González ya ha demostrado de qué es capaz: "De suspender cinco exámenes y una reválida". Se refería a las cinco condiciones del Tratado de Maastricht -inflación, déficit público, endeudamiento, tipos de interés y estabilidad monetaria- y la reválida del empleo.

Aznar trató de retirar de la primera línea electoral su propuesta de reforma fiscal. La actual fiscalidad es "regresiva", señaló, pero un Gobierno popular sólo entraría en esa materia tras aplicar medidas de contención del gasto: "La austeridad no consiste en administrar la escasez, sino en evitar que la haya y en evitar el despilfarro".

El líder del PP arremetió contra la inclusión de José Barrionuevo en las listas socialistas. La explicación, según él, puede estar en que el PSOE trata de garantizar un "razonable silencio" del ex ministro sobre los GAL.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_