5.400 millones para 700 habitantes

Habían empezado a ser famosos por los 300.000 huevos de dinosaurio petrificados que alberga el subsuelo, pero ahora la mayoría de los 700 vecinos de la pequeña localidad de Isona, en la comarca prepirenaica del Pallars Jussà, tienen motivos más que sobrados para mirar al futuro con optimismo. Por lo menos la inmensa mayoría de ellos. Tribulaciones cotidianas, hipotecas, heladas y malas cosechas quedaron ayer en pura anécdota comparadas con la lluvia que les cayó del cielo: 5.400 millones de pesetas del gordo del Niño.El bar Edelweiss había adquirido 16 series del número afortunado en la administración de lotería Stop de Sort, la misma que hace dos años repartió 10.000 millones del gordo del Niño, buena parte de ellos en Figuerola d'Orcau, a sólo seis kilómetros de Isona. Ayer, Stop repartió otros 6.820 millones. Instantes después de las doce, casi todo el pueblo de Isona estaba ya en el bar Edelweiss. La euforia, tantas veces multiplicada, parecía locura. Se agotó el cava y María Angels Solé, propietaria del bar, se pasó el día estrujada por los abrazos. "Estoy loca de contenta", decía. Ella y sus tres hijos tenían un décimo cada uno.

Entre quienes abarrotaban el bar destacaba la figura menuda de Rafael Fernández, de 59 años, que cuida su propio rebaño, de 500 ovejas. Ataviado con su boina, festejaba el evento mordiendo un caliqueño. El suyo es un casio para antologías de la fortuna: la suerte le hizo su primer guiño hace dos. años, con 300.000 pesetas del gordo, le acarició poco después con medio millón del sorteo de la ONCE y en marzo pasado le besó con otros cinco millones de un cuponazo. Esta vez ha sido pura pasión: 125 millones, premio especial a la fracción.Los bancos enviaron sus delegados a Isona, pero Francesc Malgrat, delegado de La Caixa, tenía ventaja: la sucursal está situada justo delante del Edelweiss y a ella acudieron en masa los agraciados para depositar sus décimos. Malgrat, miembro de una pena que también se convirtió en millonaria, admitió haberse conmovido al ver a sus convecinos entrar llorando con los décimos en la mano.

Una parte del gordo viajó a Porqueres, pero en esta población de Girona de 1.500 habitantes la discreción, la timidez y el pánico a periodistas y banqueros se confabularon para que nadie derramara lágrimas ni alegría ante la administración número 1, que repartió tres series, es decir, 1.023 múllones, informa Marta Costa-Pau.

También Esplugues ha recibido un pequeño pellizco del gordo -341 millones- cuando todavía no se había apagado la alegría de los 6.000 millones que recibió la comarca en el sorteo de Navidad. No se ha apagado la alegría, pero tampoco la polémica, porque varios cientos de esos millones fueron repartidos por una empresa constructora en participaciones en forma de felicitación de Navidad entre alcaldes, concejales y cargos de varios ayuntamientos. Y ahora se plantean si es legal recibir este premio, si deben cobrarlo y qué deben hacer con él.

De momento, IC-Els Verds ya ha decidido dedicar el premio a obras sociales y los socialistas promueven un fondo para que sus premiados puedan depositar, voluntaria, individual y anónimamente, la parte que quieran para obras sociales. Pero el asunto puede no quedar ahí, porque un abogado de Barcelona ha presentado querella por cohecho contra los cargos que recibieron el regalo. Y de momento un juez de L'Hospitalet ya la ha aceptado, informa Manel Torres.