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EE UU dice que Arabia Saudí esta "en buenas manos" con Abdula

La decisión del rey Fahd de poner fin a las especulaciones sobre su propia sucesión al elegir el lunes al príncipe heredero Abdula como gestor de los asuntos del Estado mientras se recupera de una embolia cerebral ha sido bien acogida por los mercados del crudo y por Estados Unidos. Según Washington, Arabia Saudí "está en buenas manos". El precio del petróleo se mantuvo ayer firme.

EE UU ha sido el primer país en apoyar explícita y abiertamente el cambio en el control del poder en Arabia Saudí. "En lo que se refiere al reino y a su gobernación, creemos que está en buenas y estables manos", señaló ayer una portavoz del Departamento de Estado. La misma portavoz se negó a entrar en las especulaciones de si el príncipe Abdula es más o menos pro occidental que el rey Fahd. "No hay preocupación sobre ello", señaló.Diplomáticos occidentales destacados en Riad también creen que se han debilitado mucho las dudas razonables que existían hasta ahora sobre si los seis, hermanos carnales (hijos del mismo padre y de la misma madre) de Fahd podrían encontrar a Abdula (hijo también del prolífico rey Abdul Aziz, pero de otra de las 22 mujeres que el monarca desposó) poco idóneo para convertirse en el nuevo rey. Fahd no ha abdicado, pero un diplomático occidental subrayó ayer que "el traspaso de poder será definitivo", aunque el Departamento de Estado se inclina a pensar que será sólo temporal.

Arabia Saudí, el principal exportador mundial de crudo, con siete millones de barriles diarios de los ocho millones que produce, posee la cuarta parte de las reservas de petróleo conocidas. Cualquier turbulencia en la estabilidad de este reino hermético y absolutista tiene efectos inmediatos sobre la economía del mundo, de ahí que desde las cancillerías occidentales, aliadas de Riad, se mire con lupa la sucesión de Fahd, de 73 años de edad.

Sin embargo, el precio del petróleo se mantuvo firme ayer en los mercados internacionales, con una mínima oscilación tras el cambio en, la cúpula del poder saudí. El mal tiempo en toda Europa ha afectado más al precio del preciado líquido que los movimientos políticos en la península Arábiga. El mercado de futuros de Londres subió 11 centavos de dólar para el petróleo de clase brent a entregar en febrero. El precio de crudo brent, que sirve de referencia para Europa, se situó en la mañana de ayer en 18,75 dólares el barril (unas 2.287 pesetas), exactamente en la banda media de los precios habidos en la última sesión de 1995, entre 18,70 y 18,80 dólares el barril.

Fuentes del sector petrolero español valoraron como factor de "continuidad" el ascenso temporal de Abdula al trono saudí. Las mismas fuentes aseguraron a Servimedia que la sucesión del rey Fahd por el príncipe Abdula es una buena noticia, puesto que "elimina las incertidumbres que se habían creado sobre la sucesión del jefe del Estado saudí".

Algunos analistas han hecho hincapié en las diferencias entre Abdula, de 71 años, jefe de la poderosa Guardia Nacional, y el ministro de Defensa, el príncipe Sultán, de 68 años, tercero en la línea de sucesión y hermano carnal de Fahd. Abdula, que mantiene estrechos vínculos con el presidente sirio, Hafez el Asad, se ha referido a menudo a la necesidad de restaurar la unidad árabe, quebrantada tras la invasión de Kuwait por Irak hace cinco años.

Represión del integrismo

Los efectos políticos de la guerra del Golfo se hicieron sentir en el interior del país, donde aumentó la represión contra los grupos integristas islámicos que cuestionan la autoridad de la familia real. Aunque centenares de disidentes fueron detenidos y posteriormente puestos en libertad, los líderes integristas permanecen entre rejas. La severísima aplicación de la sharia (ley islámica) ha sido objeto de críticas por parte de grupos de defensa de los derechos humanos. Pero la sensibilidad del régimen saudí a esas consideraciones ha sido inapreciable.Abdula no forma parte del. poderoso clan de Fahd, el sudeiri, al que, sin embargo , sí pertenecen Sultán y otros hermanos, de sangre del actual rey. Pero los 57.000 hombres bien pertrechados de la Guardia Nacional y sus buenas relaciones con las tribus beduinas del país le garantizan una excelente plataforma de poder, además del cargo de primer ministro, papel tradicionalmente desempeñado por el rey, pero que Fahd ha tenido que ceder a Abdula desde que fuera ingresado en un hospital de Riad a fines de noviembre para una "revisión" que resultó, según fuentes solventes, una embolia cerebral de la que no ha conseguido restablecerse por completo. El rey padece también diabetes y exceso de peso, lo que complica su recuperación.

Fuentes cercanas al régimen señalaron ayer que Abdula no se apartará de la línea política marcada por Fahd, aunque diplomáticos occidentales advierten un menor entusiasmo del virtual regente de Arabia Saudí hacia EE UU. Riad mantuvo con firmeza su alineamiento junto a Washington frente a Sadam Husein durante la guerra del Golfo.

Arabia Saudí sigue siendo un formidable socio comercial de Estados Unidos, donde invierte cada año miles de millones de dólares en armamento. Riad acaba de anunciar un presupuesto para el año 1996 que incluye un déficit de casi 5.000 millones de dólares (unos 600.000 millones de pesetas), provocado en su mayor parte por la partida destinada a compra de armas. Un déficit que el año pasado ascendió a 2,2 billones de pesetas y que no ha dejado de incrementarse a causa de la caída del precio del crudo, la factura de la guerra del Golfo y el mantenimiento de un altísimo nivel de presencia en las pujas del mercado internacional de armas.

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