Las elecciones palestinas del próximo 20 de enero consolidarán el poder de Yasir Arafat
, Sorpresas no se esperan. Como todos los procesos democráticos en Oriente Próximo, que culminan inevitablemente en la victoria de los poderosos de turno, las elecciones palestinas del 20 de enero están destinadas a consolidar a Yasir Arafat en la cúpula del poder. Por ello, resultó un tanto extraño que Arafat tuviera que recurrir el miércoles pasado a la intimidación, como si del matonismo dependiera su cantada victoria. Mientras tanto, el líder palestino prosigue su gira triunfal por las ciudades devueltas por el Ejército israelí. Ayer visitó, en medio del entusiasmo popular, Ramala.
El pasado 27 de diciembre, agentes de la policía de Arafat se presentaron en la casa de Maher al Alami, el director del diario palestino Al Quds, que se imprime en la Jerusalén árabe, y sin dar mayores explicaciones se llevaron al periodista a Jericó. Resulta difícil precisar si fue una detención o un secuestro, porque la policía palestina no tiene atribuciones en Jerusalén. ¿El delito? Al Alami había desobedecido una orden de los asesores de Arafat, que querían publicar un editorial de primera página en el que se comparaba al líder palestino con Omar Bin el Jatab, uno de los más valientes, lúcidos y legendarios héroes de la Palestina histórica. Proselitismo puro y duro. El director de Al Quds, que de por sí suele ser uno de los canales de alabanzas cotidianas a la política del viejo líder, sencillamente se había cansado de dedicar la portada a los halagos.La decisión no cayó nada bien entre los estrategas de la campaña electoral de Arafat, el ex guerrillero cuya transformación en pacifista en 1993 ha permitido que los palestinos pasen del fusil y las piedras a las papeletas de voto para elegir a 88 miembros del Consejo Palestino, el protoparlamento del protoestado palestino. En las últimas semanas, los palestinos de Gaza, CisJordania y Jerusalén Oriental han estado sometidos al implacable bombardeo de la efusiva propaganda pro Arafat, aunque oficialmente la campaña no empieza hasta el próximo 7 de enero.
Emocionados como están los palestinos por la extensión de la autonomía a seis ciudades de CisJordania después de casi tres décadas de ocupación militar israelí, el ejercicio político les parece un milagro. Ayer, Arafat volvió a vivir un baño de multitudes en la ciudad cisjordana de Ramala.Frenesí democrático
Pero no todos comparten el frenesí democrático: los sectores de fundamentalistas musulmanes como Hamás y la Yihad Islámica, que denuncian el proyecto de paz con Israel como una claudicación ante el Estado judío, se van a mantener al margen de las elecciones, aunque, aparentemente, sin llegar al boicoteo directo. "No vamos a obligar a nadie a que vote ni a que, sabotee las elecciones", fue la declaración ambigua de Mahmud Zahar, un preeminente cirujano de Gaza que actúa como portavoz de Hamás. Los partidos de la izquierda palestina, cuyos dirigentes manejan la minúscula oposición marxista desde los alojamientos que les provee Siria, tampoco han demostrado mayor entusiasmo.Como ello es lo más parecido al absentismo, éste entrega a Arafat la sólida posibilidad de cosechar laureles a granel. Más de 700 candidatos, de una u otra manera proclives a la política del veterano líder, se disputarán los 88 escaños del Consejo Palestino. Samiha Jalil, una septuagenaria mujer de Ramala más conocida por sus actividades de beneficencia (que por sus lides políticas, salvará a Arafat de la embarazosa situación de ser el candidato solitario a la presidencia: Jalil es, la única persona que ha presentado su candidatura.,
En el empeño de colocar a la mayor cantidad de sus seguidores en la carrera electoral, Arafat persuadió a su propio jefe de prensa, Maruán Kanafani, para que presentase su candidatura por Gaza. Kanafani, el prematuramente canoso ex futbolista de la selección egipcia, es un incondicional de Arafat yen tres años de trabajo como portavoz del jefe se ha ganado la antipatía de la mayor parte de la prensa local y extranjera por su inclinación a atender las solicitudes de las periodistas. Cuanto más guapas, más fácil el acceso al líder.
El Chiste de los tres líderes
I. C. G. Como desde hace semanas Yasir Arafat dedica todos sus discursos a la glorificación de la "democracia a la palestina", sus compatriotas no han podido resistir la tentación de resucitar un viejo chiste: la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) siempre ha sido una democracia.Por ello tiene tres líderes: Arafat, Abu Ammar (su nombre de guerra) y El Viejo, la forma cariñosa de referirse al líder máximo.
El jefe de la OLP, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), dirigente máximo de la facción Al Fatah, responsable del Consejo Económico para el Desarrollo y la Reconstrucción de Palestina, en fin, el hombre que hace y deshace dentro del movimiento palestino, quiere (y sin duda obtendrá) un nuevo título con la bendición de poco más de un millón de electores. Arafat, o Abu Ammar o El Viejo, ahora quiere ser presidente de Palestina con todas las de la ley, incluso si Palestina todavía sigue siendo más bien un estado de ánimo.
Lanzado a la campaña electoral, que oficialmente arrancará el próximo 7 de enero, Arafat prometió ayer a la muchedumbre que le recibió enardecida en Ramala la liberación de los presos palestinos en manos israelíes y la de la ciudad de Jerusalén.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.