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El precio del dinero baja hoy sólo 0,25 puntos

El gobernador del Banco de España rompe la norma y revela su decisión un día antes de la subasta

, "Mañana [por hoy] vamos a bajar el tipo decenal en un 0,25". El gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, hizo ayer este inusual anuncio ante la comisión de Economía del Congreso cuando faltaban unos minutos para las 18.00 horas. "Están los mercados cerrados, así que lo he dicho absolutamente consciente", explicó el gobernador. Con esta rebaja, la primera que se produce en algo más de un año, el precio oficial del dinero se sitúa en el 9%. En los últimos días, los mercados ya habían provocado subidas porque esperaban un recorte de tipos en la subasta decenal de certificados de hoy. Los bancos comerciales también habían bajado sus preferenciales. La única duda era si la reducción del Banco de España podía llegar hoy hasta el medio punto.

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Aunque no sorprendió a los mercados, los cuatro o cinco diputados que ayer seguían las explicaciones del gobernador del Banco de España en el Congreso se quedaron prácticamente pegados a la silla. Ante una pregunta de Mercedes Aroz (PSOE) sobre el margen que existe para reducir tipos, Luis Angel Rojo anunció su decisión de rebajar el precio oficial del dinero y, lo cuantificó en un cuarto de punto. Nunca antes en España un gobernador había desvelado sus intenciones con antelación. Tampoco parece que sea la costumbre en el exterior.Rojo explicó que los mercados estaban ya cerrados (eran casi las 18.00 horas) "y por lo tanto ya no importa". En Europa es cierto, pero no en el resto del mundo. ¿Fue un desliz? "No se me ha escapado", aseguró Rojo. Además, "todo el mundo lo esperaba", añadió. Una decena de bancos centrales -en especial, Alemania y Estados Unidos- han rebajado en la última semana sus tipos oficiales y el Banco de España recortó un cuarto punto de punto su tipo de intervención diaria el pasado viernes.

La duda era si el bache por el que atraviesa la economía española -igual que el resto- podía forzar una rebaja de medio punto en la subasta decenal de certificados de hoy. Duda que ayer quedó absolutamente despejada. El gobernador explicó así las razones de su prudencia: "Estamos todavíaen una situación de incertidumbre sobre lo que va a pasar con los precios en los próximos meses y todavía hay una situación extremadamente compleja porque no tenemos presupuesto".

Sin alegrías

"Por consiguiente", añadió, "al Banco de España no se le pueden pedir alegrías en situaciones que son todavía muy delicadas". Pero nada es definitivo. "Si la inflación ultima su descenso, el Banco de España está dispuesto a tratar de compensar los efectos restrictivos de la contención del déficit público con bajadas de los tipos de interés". No obstante, añadió, "tenemos que estar muy seguros de que las cosas van a funcionar así; mientras, tenemos que ser muy prudentes". Y concluyó: "Vamos a bajar los tipos tan pronto como podamos, pero sin apresurarnos. No estamos en una situación grave. Las economías europeas van a superar este bache".

Todas estas explicaciones respondían ayer a la demanda de los grupos parlamentarios -PP, IU y PSOE- que ayer pidieron a Rojo de forma unánime que baje los tipos de interés. La comisión de Economía del Congreso, que ayer celebró su 56º y última reunión de esta legislatura, apenas contó con la presencia de un diputado por cada grupo -en ocasiones dos- además de los miembros de la presidencia. Habían convocado al gobernador del Banco de España para que explicara los objetivos de la política monetaria para 1996 y recibieron toda una lección de cómo la política social no está reñida, al contrario, con la estabilidad macroeconómica. El diputado de IU, Jerónimo Andreu, provocó el debate. Se quejó de que el gobernador no hiciera referencia al problema del paro, al escaso pulso del consumo y puso como ejemplo a Francia para denunciar los costes sociales del Tratado de Maastricht. Rojo le respondió, casi en el tono de una charla de mesa camilla, que el Banco de España no puede solucionar el problema del paro, porque éste tiene que ver con desajustes que vienen de 20 años atrás.

Tampoco es responsable, en su opinión, de que el consumo no tire. La causa es, según Rojo, que "hay una inestabilidad grande en el mercado de trabajo; hay que estudiar el problema entre todos y buscar soluciones". Otro factor de incertidumbre -"a 20 o 25 años vista"- es el futuro de la Seguridad Social. "No tengo una solución", dijo Rojo, "pero el hecho es que la gente sabe que va a haber problemas".

La política monetaria, añadió, debe contribuir a despejar estas incertidumbres al procurar la estabilidad de los precios. "Una inflación del 3% destroza los ahorros de las familias en 25 o 30 años y eso es contrario a los objetivos sociales". Además, "un déficit alto supone dejar a nuestros hijos y nuestros nietos una carga insufrible; y eso es de lo más insolidario". Cumplir con Maastricht tampoco es un capricho. "Los países que logren entrar en la Unión Monetaria tendrán ventajas a costa de los que queden fuera". España "debe hacer un esfuerzo para estar ahí", y ello es posible porque "no tenemos problemas muy distintos a los de los demás".

Menos márgenes

El esfuerzo debe ser compartido. Rojo lo concretó en un aspecto inmediato: "Es deseable que la negociación salarial mantenga el tono moderado de 1995 y que se detenga el fuerte proceso de ampliación de los márgenes empresariales de los últimos años, una vez que éstos han alcanzado ya niveles holgadamente suficientes para sostener un proceso continuado de inversión".

El tono del discurso de Rojo fue claramente optimista. "La economía española", dijo en un momento, "es una de las más apreciadas por los inversores interncionales desde hace unas semanas". Comentario que le valió al diputado del PP, Cristóbal Montoro, para arrimar el ascua a su sardina. En su opinión, ello obedece a la perspectiva de un cambio político en España. Rojo fue más cauteloso y advirtió contra las actitudes extremas "que tanto daño causan". El gobernador detalló, por otra parte, sus previsiones para este año y el próximo. El crecimiento en 1995 será del 3% y, en 1996, "muy cercano" a esa cifra. La inflación este año acabará en el 4,3% o el 4,4%, para bajar del 4% en los primeros meses de 1996 y empezar en 1997 en torno al 3%. El déficit público se reducirá de acuerdo con el programa de convergencia (4,4% del PIB en 1996). En cuanto a los objetivos monetarios, Rojo situó el crecimiento de los alpes (activos líquidos en manos del público) "por debajo del 8%".

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