Herralde apuesta por dos primeras novelas arriesgadas en la forma

La novela ganadora este año del Premio Herralde, Un mundo exasperado, de José Ángel González Sainz, y la finalista, Seda salvaje, de Eloy Tizón, fueron calificadas ayer de "arriesgadas en la forma" por el director de la editorial Anagrama, que convoca el premio. Herralde destacó la "apuesta radical por la literatura" de este premio destinado a primeras novelas, y a dos autores que escriben "fuera de las modas".

Un mundo exasperado, de José Ángel González Sainz (Soria, 1956), fue celebrada por su presentador, el escritor andaluz Justo Navarro, como "la invección de un personaje". Para Navarro, este personaje "hace poder de. su debilidad" a lo largo de 70 meditaciones que desarrolla en el transcurso de una larga noche."Su voz suena como la de alguien que está prestando declaración y que se crece ante la autoridad que lo somete", dijo. La trama se desarrolla en un "mundo irritado, áspero y mal humorado", y las 70 meditacio nes "son un intento de entender el mundo que transcurre des pués de la historia, a través de las palabras". Según Navarro, González Sainz hace "un invetario, un desentrañamiento, de los pequeños gestos de nuestras ciudacles".

El autor de Un mundo exasperado dijo que se había propuesto "describir el mundo de la técnica, las relaciones de las persoans ante los grandes cambios". "Ya no se puede hablar de humanismo", afirmó, "existen lo que el personaje llama hombres virtuales".

"Un hombre moral"

"El protagonista de mi novela es un hombre moral, que pertenece a otra época pero que se siente fascinado con un mundo que rechaza y con el que no se siente identificado. Es, en suma, un nihilista que describe el nihilismo de occidente", señaló González Sainz.En otro extremo se encuentra la novela finalista, Seda salvaje de Eloy Tizón (Madrid, 1964), descrita por la crítica literaria Encarna Castejón como una novela "rigurosa e intensa como la trama de un vestido de novia", haciendo alusión al título de la obra -un material crudo con el que Castejón tejió un texto lírico sobre la novela- y los personajes principales, un joven y la mujer con la que desea casarse.

Para Eloy Tizón, la novela surgio como un intento de "com poner una historia de fantasmas contemporáneos". Para ello de cidió prescindir de "la parafernalia del género gótico y sustituirlo por oficinas, personajes y calles contemporáneas". Para Seoane, el protagonista, "las personas con las que convive son espectros", gente por la que siente una verdadera obsesión de conocer en la intimidad. Quiere saber cuáles son sus secretos y la cara oculta que no muestran a nadie. "El límite de la intimidad de los otros es uno de los elementos principales de la novela".